Mientras muchos se erigen sobre su oficio para sacar ventajas y engrosar sus arcas, este hombre resplandece por la seriedad, la responsabilidad en el trabajo, el conocimiento y una voluntad obstinada de no quitarle el pie a los problemas, hasta dar con la solución, aunque implique en ocasiones, llevarse el trabajo a casa.
Es de esos hombres que dicen más con las acciones que con las palabras; que prefieren sumergirse en la faena a disertar ante la multitud, dar entrevistas y darse bombo y el platillo aún cuando pudiera, por la pericia acumulada al cabo de más de cuatro décadas de labor, treinta y cinco de estas dedicadas a la Industria Ligera y a la innovación.
“Mi formación ha sido totalmente empírica, la práctica me ha ido moldeando. Empecé los 17 años, trabajando como operario en las máquinas; posteriormente me hice ayudante de mecánico y empecé a superarme hasta que ya me hice mecánico”, expone Areas Garcés.
Desde el año 2009 hasta la fecha se contabilizan 55 innovaciones, con un ahorro considerable de más de un millón de pesos a la economía nacional.
Entre sus inventivas, perfilan adaptaciones al portacuchillas de la rebobinadora americana, al cuerpo des bobinador; a los rodamientos 6001 y 6003; a las barras portacliché de la máquina FX-330; fabricación de carretilla para elevar y transportar bobinas de soportes de impresión, entre otros.
Por estos días tienen entre ceja y ceja sacar del mutismo productivo la guillotina, un reto al que no renuncia pese al enmarañado panorama.
Areas Garcés obtuvo la condición 8 de Octubre en dos ocasiones, en el año 2018 y 2021; ha recibido premios en las diferentes ediciones del fórum y ha participado en ferias expositivas de la Anir, en sus diferentes escaños.
Por la búsqueda permanente de soluciones a los problemas que se presentan en esta industria con alta obsolescencia tecnológica y su quehacer cotidiano, Areas Garcés ha sido galardonado con la condición de Vanguardia nacional en múltiples ocasiones y merecedor de la Distinción José Ramón Martínez Álvarez, por más de 25 años de trabajo ininterrumpido en el sector.
Sobre él, refiere Maritza González Olivera, asesora jurídica de la unidad gráfica:
“Es un trabajador muy disciplinado, laborioso, responsable, con alto sentido de pertenencia y entrega. Muy modesto.
Tiene una doble contratación y una dispensa salarial como especialista para el mantenimiento y como mecánico gráfico, pero sobre todo, lo caracteriza ese compromiso en todo lo que le compete y más allá de lo que le toca”.
Es este uno de esos hombres que no cree en imposibles, de esos que se hacen necesarios e imprescindibles para empujar la industria en medio de tantas carencias; de esos que disfrutan la adrenalina aparejada al desafío; de los que llegan primero y son los últimos en marchar, y que aún en casa, están rebobinando cuestiones del trabajo, porque sencillamente, no saben vivir sin él.