“Representan un avance hacia una gestión más efectiva y localizada de este importante tema”, consideró el organismo, al valorar que las definiciones responden al cumplimiento de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional adoptada por el país.
Las nuevas normativas fueron elaboradas con la asistencia técnica de la FAO y servirán de base para la formulación de estrategias relativas a las cadenas alimentarias en las ramas agrícola, ganadera, acuícola y de la pesca.
Según lo previsto, organismos de la administración central del Estado, órganos locales del Poder Popular y actores que conforman los sistemas alimentarios locales, harán uso de las directrices.
También la FAO brindó asistencia técnica para acompañar el funcionamiento del Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos y con vistas a la gestión de sistemas alimentarios locales sostenibles, indicó la entidad mediante un comunicado.
Tales esfuerzos, señaló la fuente, están alineados con el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre hasta 2025 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), así como con la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
La meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible señala el propósito de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos percápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, así como disminuir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministros, incluyendo las pérdidas posteriores a las cosechas.