Palitroque para una sonrisa mejor

Limitaciones con la entrada de harina a la provincia, no restringe la superproducción artística de Palitroque, pintoresco personaje que enorgullece a grandes y a chicos con sus travesuras y ocurrencias.

Foto CORTESÍA DEL ARTISTA

Por Luis Carlos Frómeta Agüero

Salió del horno en Jiguaní, su pequeña patria, cuna de grandes artistas de la escena, y niño intranquilo al fin, Dimi, como le llamaban, testificó, al pasar, las primeras travesuras de Damián Armando Jorge Hernández, registrado así en la inscripción de nacimiento.

Comenzó estudios en la escuela Ramón Gómez, de la natal ciudad, aunque compartió la niñez con Baire, para dejar la impronta en bandas rítmicas y actos públicos, fuentes de su génesis artística.

A los 10 años de edad, integró el grupo teatral de la Casa de cultura, asesorado por el instructor Oscar Oliva. Desde entonces, la pantomima y la fonomimia formaron parte de su quehacer aficionado, hasta que en 1993 ingresó en la Escuela Profesional de Arte Manuel Muñoz Cedeño, de Bayamo, de la que egresó tres años después.

TODO MEZCLADO

Por ese tiempo, trabajó como animador turístico en la base de campismo Los Cantiles, profesor de teatro en la Casa de cultura bayamesa, escribió poesías y resultó ganador de los concursos Fundación de la villa de Jiguaní y El creador y su intérprete, ambos en 1988.

Le siguieron otros lauros provinciales, nacionales y en el 2000 integró la plantilla del guiñol Pequeño Príncipe, colectivo que actualmente dirige.

Participó en festivales Máscara de Caoba, de Santiago de Cuba, y en el evento oral escénico Barrio Cuento, de La Habana, en los que alcanzó premios de actuación masculina.

El Festival internacional de payasos, en Granma, que este año arribó a su octava edición, también contó con su presencia.

PALITROQUE

Durante el 2001, llamó a contar a sus virtudes: pantomima, expresión corporal, guitarrista, canto, improvisación escénica y la participación en varios festivales nacionales de payasos, Trompo loco, de Cienfuegos y, en democrática asamblea de afiliados, nació el payaso Palitroque.

Con levadura suficiente para el crecimiento del referido clown, asistió a las primeras ediciones del evento escénico de Granma, Primavera teatral, originado por su iniciativa.

Ama al teatro con títeres, porque le sustancia su carrera, le enaltece el carácter y la sensibilidad artística, dijo.

“La grey infantil es el mejor puerto para el avance de cualquier artista escénico, por eso la aprovecho a mis anchas”, precisó.

La Demajagua

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