
En el inicio de la jornada nacional por la efeméride, el pasado 25 de junio, dirigentes del sector destacaron los avances en la construcción de cuatro tanques para el almacenamiento de combustible, que reemplazarán a los afectados por el incendio ocurrido en agosto de 2022 en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
Esa occidental provincia desempeña un papel clave en la recuperación de las capacidades de almacenamiento perdidas en el fatídico accidente, y los trabajadores del sector se encuentran, hasta la fecha, adelantados respecto al cronograma de ejecución previsto, aseguró el director adjunto de la Unión Cuba-Petróleo (Cupet), Irenaldo Pérez Cardoso.
Citado por el semanario Trabajadores, el directivo explicó a la prensa que “luego del incendio en Supertanqueros, el compromiso fue recuperar esa base, y hoy ya el proyecto tiene un nivel de avance importante, que dentro de la logística de los sistemas de combustibles de Cupet es prioritario”.
Pérez Cardoso subrayó que, pese a la compleja situación del país para acceder a los mercados internacionales de suministros petroleros —a causa del bloqueo del gobierno estadounidense—, se buscan alternativas para gestionar hidrocarburos destinados a la generación eléctrica y al sostenimiento de la economía.
En ese contexto, sobresale el esfuerzo de los trabajadores petroleros de Matanzas, cuyos colectivos fueron reconocidos recientemente por su desempeño económico y sindical, en una ceremonia a la que asistieron autoridades políticas, gubernamentales y del movimiento obrero del Ministerio de Energía y Minas, según detalló Trabajadores.
Asimismo, fue conferida la Distinción Ñico López —mártir del sector— a mujeres y hombres con una destacada trayectoria durante 20 y 25 años en el gremio petrolero.
De acuerdo con la fuente, el cierre de la jornada de homenajes tendrá lugar este martes 1 de julio en la refinería Hermanos Díaz, de la oriental Santiago de Cuba, en reconocimiento a sus resultados positivos en la actividad.
Cuba instituyó en 2014 el Día del Trabajador Petrolero, en recordación de la decisión del gobierno revolucionario que, en 1960, intervino la compañía norteamericana Esso Standard Oil, tras negarse esta a procesar crudo soviético y cerrar la carretera de acceso a sus instalaciones.