Por Orlando Fombellida Claro (ACN)
Tiene 78 años de edad y está diagnosticado como cardiópata, pero nada lo limita para concurrir, de lunes a viernes, a realizar ejercicios físicos bajo la sombra de frondosos árboles, a orillas del mar, en uno de los laterales del estadio de béisbol 26 de Diciembre.
Junto a sus compañeros y compañeras, dijo, también aprovecha los fines de semana para visitar lugares históricos y recreativos, pues como dice una canción, “joven ha de ser, quien lo quiera…”
Cuando asisto a las consultas el cardiólogo siempre pregunta si continúo activo en el grupo, y al responderle afirmativamente, exhorta: “muy bien, sigue así”.
A mí los ejercicios y paseos me mantienen dura, pepilla, resaltó Margarita Formén, quien ha deshojado ya 77 almanaques, y para demostrar la elasticidad de su cuerpo baila retadora frente a César Rosa, apodado Cesarito el Bailarín.
Éste último, por su parte, ha visto pasar 95 primaveras, mas ni corto ni perezoso le da dos pases de casino, y ambos reciben el aplauso de quienes los rodean.
Alegrías de vivir es uno de los 321 círculos de abuelos constituidos en Campechuela, los cuales agrupan a seis mil 813 hombres y mujeres de avanzada edad, y de cuya atención se encargan 106 profesores de Educación Física
Se trata de un municipio que exhibe una consolidada labor con los grupos de adultos mayores y de salud, formados estos últimos por pacientes diabéticos, asmáticos e hipertensos, subrayó a la Agencia Cubana de Noticias Bárbara Guillén, jefa del departamento de actividad física comunitaria en la Dirección Provincial de Deportes en Granma.
Las palabras y el estado de ánimo de Luis, Margarita y César demuestran la valía de los círculos de abuelos, instituciones creadas en Cuba con el propósito de dar mayor sentido a la vida de los ancianos, mediante la realización diaria de ejercicios físicos, la organización de excursiones y la participación en actividades culturales, entre otras iniciativas.