Por Adrián Mengana Martínez, enviado especial
Para mí significa mucho este segundo título con apenas 21 años, estoy supercontento con el resultado, era mi principal objetivo aquí, además de intentar conseguir marcas como las logradas en todo el año, mi primera meta era ganar el oro para mi país y cumplí lo prometido, afirmó Sol a Prensa Latina en la zona mixta del estadio de Francia.
Según el antillano, quien compite en la categoría T47, la lluvia no le permitió alcanzar mejores marcas e intentar batir su propio récord mundial de 7,84 metros, conseguido en el Grand Prix de Xalapa (México) en abril pasado.
Realmente no puedo predecir lo que vendrá en el futuro, pero mi carrera tiene una proyección inmensa y cada vez trato de superar mis resultados, agregó.
De acuerdo con el caribeño, en las próximas competencias tratará una vez más de dar lo mejor de él como siempre hace para cosechar nuevas conquistas, que esperen lo mejor de mí, recalcó.
«El récord mundial todo atleta lo quiere romper, realmente no es cuando uno quiere eso sale solo, los records se hicieron para batirse y espero que con mi trabajo y el apoyo de mi entrenador podamos conseguir marcas bastantes cercanas a mi récord mundial», admitió.
De manera especial, Cervantes dedicó su nuevo cetro paralímpico a su familia, la patria, la Revolución Cubana y a su abuela ya fallecida.