Nuevo período de trabajo para el campesinado masoense

Un nuevo período de trabajo inicia el movimiento anapista en Bartolomé Masó, con el compromiso de incrementar su presencia en el programa agroalimentario local y en la misma medida fortalecer las bases de su organización en el territorio.

FOTO/ Orlando Naranjo

Por: Orlando Naranjo Escalona

Las pautas trazadas toman como punto de partida la Asamblea Municipal XIII Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) las que apuntan hacia un mejor funcionamiento de la organización y una vinculación más directa y efectiva con los campesinos.

Al respecto, Linné Martínez Sánchez, tras su reelección como presidenta municipal de la Anap en predios masoenses, señaló que, para la nueva etapa, el funcionamiento de las asambleas de asociados y las juntas directivas constituyen prioridades insoslayables.

“El buen desempeño de estas estructuras de dirección colectiva resulta decisivo, en el propósito de perfeccionar el quehacer de representación campesina que nos asiste y, con ello, garantizar el sostenimiento de la organización y su liderazgo entre toda la membresía.

“De ahí la necesidad de trabajar diferente la política de cuadros, priorizando la incorporación de mujeres y jóvenes en estas canteras, sin descuidar la experiencia  en nuestros actuales dirigentes”.

Precisó la líder campesina que otras de las prioridades de su organización en el territorio para los próximos cinco años tienen que ver con el rescate de tradiciones, la formación de valores y la efectividad del trabajo político e ideológico, que se realiza hoy con las nuevas generaciones de hombres y mujeres del surco.

“Aspectos que giran en torno a la permanencia de estos en los campos y, por consiguiente, mayor fuerza vinculada a la producción de alimentos para el pueblo, lo que cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que cerca del 90 por ciento de las viandas, hortalizas y granos que se producen a escala local forman parte de nuestros aportes.

“Producimos, además, el ciento por ciento de la miel y sus derivados y el 89 por ciento de la producción cafetalera,  y similar proporción de la carne vacuna que se consume en áreas del Plan Turquino y de la leche fresca que se ofrece a nuestros niños”.

Razones más que suficientes para seguir fortaleciendo un sector que da vida y sustento,  el cual constituye baluarte indispensable de la Revolución cubana.

La Demajagua

Comparte si te ha gustado
Scroll al inicio