
Resaltó la importancia de una solución política mediante el diálogo y la negociación, al tiempo que llamó a la comunidad internacional a trabajar por un acuerdo de paz justo y duradero.
«El hielo no se formó en un día y su deshielo tampoco ocurrirá de la noche a la mañana», dijo el titular al reconocer la complejidad de las raíces de la crisis.
El jefe de la diplomacia en el gigante asiático hizo estas declaraciones en una rueda de prensa, en el marco de la tercera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional y de la tercera sesión del XIV Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, máximo órgano asesor.
«La posición de China ha sido siempre objetiva y justa, con un enfoque equilibrado y racional, destinado a crear condiciones para una solución pacífica», señaló.
Subrayó que Beijing apoya todos los esfuerzos internacionales orientados a lograr la paz y ha actuado como puente para facilitar las conversaciones.
Wang Yi insistió en que «el conflicto no tiene ganadores, mientras que la paz no tendrá perdedores».
El ministro enfatizó que una mesa de negociación debe ser el punto final de esta crisis y el inicio de la reconciliación.
«Aunque las posturas de las partes no coincidan plenamente, existe un consenso valioso: la necesidad de un acuerdo de paz justo, duradero, vinculante y aceptado por todas las partes involucradas», agregó.
El canciller también reflexionó sobre los más de tres años de crisis y señaló que «esta tragedia podría haberse evitado».
Enfatizó en la idea de que «la seguridad es mutua y equitativa; la seguridad de un país no puede construirse sobre la inseguridad de otro».
Abogó por adoptar una «nueva visión de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible» para garantizar la estabilidad a largo plazo en Eurasia y el mundo.
De acuerdo con Wang Yi, China está dispuesta a contribuir de manera constructiva a la resolución definitiva de la crisis, en coordinación con la comunidad internacional y respetando la voluntad de las partes involucradas.
Esta conferencia de prensa es una de las más esperadas en el marco de las Dos Sesiones, el principal evento político del gigante asiático.
El canciller señaló los logros diplomáticos de China en 2024 y delineó la política exterior del país para 2025.
Los principios de coexistencia pacífica, cooperación de beneficio compartido y respeto mutuo rigen la diplomacia de Beijing.