
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), en lo que va de año con esta segunda graduación masiva de los alumnos que tuvo lugar en la ciudad La Chorrera (Panamá Oeste), suman otros 91 ciudadanos como regla de bajos ingresos y sobre todo mujeres, que aprendieron a leer y a escribir.
Durante el acto se reconoció el invaluable aporte de los maestros voluntarios, quienes en su mayoría son familiares, amigos o vecinos de los beneficiarios, comprometidos con la transformación de sus comunidades, agrega el informe oficial.
Desde el inicio de la administración del presidente José Raúl Mulino, el programa ha beneficiado a más de mil personas, de las cuales más de 500 son mujeres que han culminado con éxito el proceso en los últimos 10 meses.
Según el Mides, las provincias con más alfabetizados son Chiriquí y Panamá Oeste.
Durante el acto se reconoció el invaluable aporte de los maestros voluntarios, quienes en su mayoría son familiares, amigos o vecinos de los beneficiarios, comprometidos con la transformación de sus comunidades.
Desde el inicio del programa, en junio de 2007, hasta el 21 de abril de este año se han alfabetizado aproximadamente 83 mil 409 panameños, según datos de la Dirección Nacional de Alfabetización.
Actualmente, el país cuenta con 117 ambientes de aprendizaje activos y 102 maestros voluntarios, beneficiando a 358 personas que se encuentran en ese proceso de aprendizaje.
Marijulia Barría, directora nacional de Alfabetización del Mides, subrayó que este programa no solo enseña a leer, sino que empodera a los ciudadanos.
“Una persona que aprende a leer se vuelve independiente y accede a mejores oportunidades de desarrollo y calidad de vida”, remarcó.
En diciembre pasado, los Gobiernos de Panamá y Cuba suscribieron un convenio que da continuidad en 2025 al programa de alfabetización.
El documento que sienta las bases del proyecto lo firmaron la titular del Mides, Beatriz Carles; y el embajador en el istmo de la mayor de las Antillas, Víctor Cairo.
El método “Yo, sí puedo”, creado por la pedagoga cubana Leonela Relys (1947-2015) y basado en la experiencia que aprovecha lo conocido (los números) para avanzar hacia lo desconocido (las letras), tiene una duración de siete semanas, donde los estudiantes reciben 65 clases teórico-prácticas hasta lograr familiarizarse con la lectoescritura.