En busca de semifinalistas en las Pequeñas Ligas de Béisbol

Ocho equipos de la categoría 11-12 años e igual cantidad de 9-10, saldrán hoy a los terrenos a disputar dobles carteleras, en la continuación del Campeonato Nacional de las Pequeñas Ligas de béisbol.

 Foto: Tomada de Radio Bayamo

Por: Boris Luis Cabrera

Los privilegiados que logren barridas en sus respectivos choques obtendrán sus cupos a semifinales y aquellos que terminen con una división de honores jugarán mañana un partido decisivo.

Con respecto a los conjuntos donde militan los niños de 11-12 están pactados los duelos Santiago de Cuba-Bayamo, Las Tunas-Sancti Spíritus, La Lisa-San Antonio de los Baños y Matanzas-Santa Clara, estos últimos vigentes monarcas.

Vale recordar que el titular de este torneo asistirá este mismo mes a un certamen eliminatorio del Caribe con sede en Curazao, que otorgará una plaza para la Serie Mundial 2025.

Los más pequeños (9-10) se baten en busca de un campeón que represente a Cuba en un torneo latinoamericano a celebrarse en México en el venidero mes de julio.

En esa categoría están programados los desafíos Santiago de Cuba-Granma, Las Tunas-Sancti Spíritus, Santa Clara-Matanzas y Cerro-Artemisa.

El béisbol, más que un deporte, es una pasión que corre por las venas del pueblo cubano y desde edades tempranas, los niños sueñan con vestir el uniforme y saltar al terreno para emular a sus ídolos. 

En las Pequeñas Ligas, esa ilusión se convierte en realidad, alimentada por el sacrificio de entrenadores, padres y toda una comunidad que, a pesar de las dificultades económicas, mantienen viva la tradición beisbolera de la Isla.

Cada juego de estos torneos es un espectáculo de entrega total. No importa el calor, el polvo o el desgaste de los implementos deportivos; los niños juegan con el corazón, dando lo mejor de sí en cada lanzamiento, en cada batazo y en cada jugada. 

Su amor por el béisbol trasciende las carencias, y su esfuerzo es un testimonio de la resiliencia y el talento que caracteriza al pelotero cubano.

Detrás de cada equipo hay una red de apoyo fundamental: los padres. Son ellos quienes, muchas veces con recursos limitados, hacen lo imposible para que sus hijos puedan entrenar, consiguiendo guantes, pelotas y uniformes, animándolos desde las gradas y enseñándoles el valor de la disciplina y el sacrificio.

A su lado están los entrenadores y trabajadores de las categorías infantiles, verdaderos héroes anónimos que, con pocos recursos y muchas veces sin una remuneración adecuada, dedican su vida a formar a los futuros peloteros. 

Son ellos quienes, con paciencia y dedicación, enseñan no solo la técnica del juego, sino también valores como el respeto, el trabajo en equipo y la perseverancia.

Gracias al esfuerzo conjunto de todos, con creatividad y compromiso, se mantiene viva la esperanza de que, algún día, esos niños que hoy corren por los terrenos se convertirán en las próximas estrellas del béisbol cubano.

Agencia Cubana de Noticias

Agencia con cobertura nacional de la República de Cuba.

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