
En conferencia de prensa efectuada en el Salón de Actos de la capitalina Ciudad de Deportiva, José Antonio Miranda, director general de alto rendimiento del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), informó además que la delegación insular competirá en 28 disciplinas deportivas y estará presente en el 54.7 por ciento de las pruebas convocadas.
Con un equipo integrado por 117 hombres y 113 mujeres, el 82 por ciento de ellos provenientes de los centros de alto rendimiento, la cifra supera en 18 atletas la participación cubana en la primera edición de Cali-Valle 2021, apuntó el directivo.
Este aumento evidencia el crecimiento del movimiento deportivo juvenil en la Isla y el esfuerzo sostenido de sus estructuras para mantener activa y competitiva a su reserva atlética. El promedio de edad ronda los 18 años, lo que reafirma la vocación de futuro de la llamada “generación de oro del deporte cubano”.
Miranda destacó que ocho atletas repiten experiencia luego de haber intervenido en Colombia hace cuatro años, lo cual representa una valiosa continuidad en la formación de figuras rumbo a eventos mayores como los Juegos Panamericanos de Lima 2027 y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Además, subrayó que se trata de una delegación construida “con amor por Cuba”, lema oficial del conjunto, y símbolo del espíritu con que estos jóvenes competirán en nombre de su pueblo.
Los abanderados de la delegación de la mayor isla del Caribe, afirmó Miranda, serán la luchadora Yainelis Sanz y el judoca Zail Ramírez.
«Hay que reconocer el extraordinario esfuerzo que hace el país para que la delegación cubana asista a estos juegos», había declarado hace unos días en televisión nacional el presidente del organismo deportivo, Osvaldo Vento.
Este constituye el principal evento multideportivo del continente para atletas de entre 12 y 22 años. Su debut fue en Cali-Valle en 2021, donde Cuba se ubicó en el quinto lugar del medallero, con 29 títulos dorados, 19 preseas de plata y 22 de bronce, para un total de 70 medallas, detrás de Brasil, Colombia, Estados Unidos y México.
Esta segunda edición, conocida también como Asu 2025, contará con la participación de más de 4 mil 200 atletas de 41 países, quienes disputarán competencias en 28 deportes y 42 disciplinas, repartidas entre dos grandes sedes en Asunción —el Parque Olímpico y la Secretaría Nacional de Deportes— además de subsedes como Encarnación y Ypacaraí.
El certamen ofrece incentivos adicionales, como la clasificación directa a los Juegos Panamericanos de Lima 2027 para todos los campeones en disciplinas incluidas en su programa deportivo. En total, se repartirán 216 boletos hacia esa cita, 16 en deportes colectivos, por lo que cada competencia tendrá un valor estratégico adicional.
Con este telón de fondo, el pasado lunes se encendió la antorcha panamericana en la Misión Jesuítica de Jesús de Tavarangue, sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en un acto cargado de simbolismo y raíces guaraníes.
El presidente paraguayo Santiago Peña fue el primer portador de la llama que recorrerá las principales ciudades del país anfitrión hasta llegar al estadio Defensores del Chaco, sede de la ceremonia inaugural.
“Este fuego une a los pueblos del continente y nos invita a mirar hacia adelante con esperanza”, expresó Peña, acompañado por Neven Ilic, presidente de Panam Sports, quien definió el lugar como “mágico y colmado de historia”, idóneo para encender el espíritu juvenil de la región.
Los Juegos Panamericanos Júnior celebran la competencia deportiva y la inclusión, la diversidad y el potencial transformador del deporte. En ese escenario, la participación cubana representa un aliento de renovación para el movimiento atlético nacional y una apuesta decidida por el futuro.
La delegación antillana tendrá en Asunción una oportunidad única de medir su nivel, proyectar su talento y demostrar, una vez más, que en el deporte cubano el relevo está garantizado a pesar de las dificultades económicas.