
Las modernas máquinas de procedencia brasileña fueron adquiridas por la entidad, tras generar la divisa para el financiamiento, aprovechando la posibilidad de exportar e importar de forma directa los equipos y otros recursos materiales e insumos.
Idel Alberto Marrero Martínez, director de la Capote Sosa, dijo que la aprobación de las 43 medidas por el Gobierno cubano, para fortalecer la empresa estatal socialista, abrió el camino que les permitió vender diferentes productos en frontera.
Marrero Martínez explicó que decidieron destinar todos los ingresos en la adquisición de las cosechadoras para disminuir las pérdidas de cereal en el campo, ahorrar combustibles y lubricantes.
Señaló que tuvieron obstáculos que implicaron la demora de la importación, durante dos años, para el traslado desde Brasil, porque la naviera subió el precio de flete que los obligó a erogar 50 mil dólares más, los que fueron asumidos con el esfuerzo de productores y trabajadores de la empresa.