
El 16 de abril de 1961 de acuerdo con archivos históricos, en la céntrica esquina de 23 y 12, un pueblo entero escuchaba el estremecedor discurso del Comandante en Jefe Fidel durante la despedida del duelo a los milicianos que fueron masacrados por el artero bombardeo realizado –con aviones de la fuerza aérea estadounidense– contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, en La Habana; el de San Antonio de los Baños donde se encontraban los escasos aviones de las FAR; y el de Santiago de Cuba.
En las palabras de Fidel se perpetuaban las razones para declarar el Carácter Socialista de la Revolución Cubana, justo en aquella jornada histórica que pasaría a la historia de la Patria como el Día del Miliciano.
En los rostros de cientos de hombres y mujeres, del pueblo uniformado, resultaba perceptible la determinación que llevaría a la victoria en las arenas de Playa Larga, en la Bahía de Cochinos: la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América.
Las horas subsiguientes, en la batalla de Playa Girón, marcarían otro gran acontecimiento de pueblo: la unidad de las tres principales organizaciones que lucharon contra la tiranía de Batista: el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, con su Ejército Rebelde; el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular, como Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). Nacía el Partido Comunista de Cuba.
Desde entonces, comenzó a perfeccionarse el máximo organismo de dirección política de la Revolución cubana, expresión de unidad inquebrantable del pueblo para defender nuestra Revolución.