
Fundado bajo la dirección de Tania Vergara y liderado desde 2019 por Gómez, el colectivo —integrado por 10 bailarines egresados de academias locales— ha consolidado un lenguaje que fusiona innovación y raíces, trascendiendo en escenarios nacionales e internacionales.
«Es un reto estos 20 años. Esta compañía ha compartido con bailarines clave que aportaron a mi carrera. Celebrar la danza es también honrar a quienes ya no están», afirmó Gómez, quien destacó el trabajo en equipo como pilar del proyecto.
La campaña Rostros, eje de las celebraciones, busca revelar los procesos creativos tras la escena mediante exposiciones fotográficas, talleres y presentaciones, reforzando el vínculo con la enseñanza artística y la comunidad.
El programa incluye, este 15 de mayo, ponencias de bailarines e investigaciones abiertas a estudiantes, junto a la inauguración de una exposición que captura miradas y emociones detrás de la expresión dancística.
Para el 23 de mayo, el Teatro Principal acogerá una gala donde se estrenará Libertad, obra abstracta de Gómez inspirada en una escultura, con cuatro intérpretes cuyos rostros cubiertos desafían la interpretación convencional.
«Es una realización compleja. Bailar sin rostro exige transmitir solo con el cuerpo, elevando lo técnico y emocional», explicó Diagnys González, bailarina de la pieza, que redefine los límites de la contemporaneidad.
La compañía, surgida como iniciativa de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), mantiene su compromiso con la formación, colaborando con instituciones como la Academia Vicentina de la Torre y la Vocacional Luis Casas Romero.
«Rostros es un homenaje a quienes dan vida al arte diariamente. Queremos mostrar que la danza trasciende el escenario», subrayó Gómez, resaltando talleres que integran a jóvenes creadores.
Con una trayectoria marcada por colaboraciones y giras, el Ballet Contemporáneo reafirma su rol en la preservación y renovación de la danza cubana, desde Camagüey, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La gala del 23 de mayo promete ser un diálogo entre memoria y vanguardia, con obras que honran dos décadas de legado y los rostros anónimos tras cada paso.