Según el cronograma publicado en la página oficial de esa instancia, este viernes comienza el primero de los 26 plenos para debatir y votar los capítulos de la próxima ley fundamental, que deberá ser sometida a referendo el 17 de diciembre.
Hasta el 4 de octubre los 50 consejeros analizarán los 15 artículos de la carta magna, destinada a reemplazar a la impuesta en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Sin embargo, el camino es cuesta arriba en un órgano donde el Partido Republicano, de extrema derecha, y la derechista coalición Chile Vamos tienen amplia mayoría y poder de veto.
Ambas fuerzas desdibujaron el texto escrito previamente por una comisión de expertos y recogieron las ideas de un solo sector, lo cual es un retroceso para la democracia, advirtió Karen Araya, integrante del bloque de centro izquierda Unidad para Chile.
Mientras, Paloma Zúñiga, de Revolución Democrática, señaló que llevan dos meses y medio intentando llegar a acuerdos, de “conversar con la vereda del frente” y hasta el día de hoy no han tenido ningún resultado”.
Solo cinco enmiendas presentadas por Unidad para Chile fueron aprobadas en las comisiones, donde se debatieron y adoptaron más de mil modificaciones.
Dentro de las propuestas de los republicanos y la derecha que fueron aprobadas figuran el derecho a la vida del que está por nacer, lo cual atenta contra la ley de la interrupción voluntaria del embarazo en las tres causales: inviabilidad fetal, peligro para la vida de la madre o violación.
Constitucionalizar el sistema privado de salud o el rodeo como deporte nacional, aumentar la edad para ser presidente de la República de 35 a 40 años, limitar el derecho al agua o permitir la concesión de los bienes nacionales de uso público, entre ellos los hidrocarburos, son otras normas polémicas adoptadas en comisiones.
El reconocido cineasta y consejero constitucional, Miguel Littin, calificó como “una simulación de democracia” la forma en que se están llevando a cabo las votaciones.
Littin, representante del Partido Socialista por la región de O’Higgins, consideró posible un rechazo al proyecto de carta magna, si la derecha continúa utilizando su mayoría para hacer avanzar sus enmiendas.
Una encuesta de Pulso Ciudadano publicada este mes revela que 59,7 por ciento de los chilenos tiene poca o ninguna confianza en este proceso y 50,5 no muestra ningún interés.