Dedicada al 12 aniversario de la desaparición física del historiador bayamés José Carbonell Alard, al 155 del inicio de las luchas por la independencia, al 42 de la Unión de Historiadores de Cuba y al 65 aniversario del Triunfo de la Revolución, la celebración se concibe a partir de un programa de acciones para ponderar la labor de los archivos en la salvaguarda de la memoria histórica, difundir los fondos documentales y divulgar las experiencias de trabajo.
Teniendo además como motivaciones el 510 aniversario de la fundación de la ciudad Bayamo y el Día del Archivero Cubano a celebrarse el día en que concluye la jornada, la red de instituciones y asociaciones participantes propone un ambicioso accionar que incluye a los medios de comunicación masiva y plataformas digitales, con la realización de conferencias, intercambios con estudiantes, conversatorios, muestras audiovisuales, espacios de homenajes a personalidades vinculadas a este arte, matutinos especiales, firma de convenios interinstitucionales y exposiciones fotográficas, entre otras.
Una de las novedades de la presente celebración se adelanta al inicio de la jornada cuando este 13 de octubre se presente el sitio web Bayamo Social y su patrimonio conservado, añorado empeño de directivos y especialistas del Archivo Provincial de Granma, llevado a feliz término con los apoyos de la Oficina del Historiador de la ciudad de Bayamo.
Los organizadores de la jornada tienen a bien en señalar que las celebraciones tienen un carácter inclusivo, a tono con la política estatal cubana. Y estará dirigida a toda la población, sin distinción de religión, profesión, orientación sexual o raza. Será, afirman, una fiesta para todos desde la historia y su conservación.
El Día del Archivero Cubano se celebra cada 3 de noviembre, fecha en la cual Joaquín Llaverías Martínez fue nombrado oficialmente como director del Archivo Nacional, en 1922. A este importante creador cubano le recuerda como escritor, investigador y archivero. Dedicó 58 años de su vida a la conservación y la difusión de la papelería del Archivo Nacional de Cuba. Desarrolló, además, una incansable labor en la formación de especialistas en esta difícil tarea y desde 1945 promovió la realización de los primeros cursos encaminados a ésta, labor que pervive hasta nuestros días.