Miles de palestinos huyen de los campos de refugiados en Cisjordania expulsados por demoliciones israelíes

Decenas de miles de palestinos que vivían en campos de refugiados de Cisjordania han abandonado sus hogares debido a que una ofensiva israelí de varias semanas ha demolido casas y destrozado infraestructura vital en varios municipios densamente urbanizados, informaron autoridades palestinas, mientras en Gaza seguían reportándose muertos por fuego israelí.

Militares israelíes caminan durante una operación del ejército israelí en Yenín, en Cisjordania ocupada por Israel, febrero de 2025. Foto: Reuters.

Las fuerzas israelíes comenzaron su operación en el campo de refugiados de la ciudad de Yenín, en el norte de Cisjordania, el 21 de enero, desplegando cientos de soldados y excavadoras que demolieron casas, expulsando a casi todos los residentes del campo.

“No sabemos qué está ocurriendo en el campo, pero hay continuas demoliciones y se están excavando carreteras”, declaró Mohammed al-Sabbagh, jefe del comité de servicios del campo de Yenín.

La operación se ha extendido a otros campos, especialmente al de refugiados de Tulkarm y al cercano de Nur Shams, también devastados.

El Ejército israelí ha asaltado los campos de refugiados en repetidas ocasiones, pero la operación actual, que comenzó cuando se acordó un alto el fuego en Gaza, ha sido a una escala inusualmente grande.

Según cifras de la Autoridad Palestina, unas 17 000 personas han abandonado ya el campo de refugiados de Yenín, dejando el lugar casi completamente desierto, mientras que en Nur Shams se han marchado 6 000 personas, aproximadamente dos tercios del total, y otras 10 000 del campo de Tulkarm.

“Los que quedan están atrapados”, dijo Nihad al-Shawish, jefe del comité de servicios del campo de Nur Shams. “La Defensa Civil, la Media Luna Roja y las fuerzas de seguridad palestinas les llevaron ayer algo de comida, pero el ejército sigue arrasando y destruyendo el campo”.

Las incursiones israelíes han demolido decenas de casas y destrozado grandes tramos de carretera, además de cortar el agua y la electricidad.

La operación comenzó cuando Israel desterró a la principal organización palestina de ayuda de la ONU, la UNRWA, de su sede en Jerusalén Este y le impidió todo contacto con funcionarios israelíes.

La prohibición, que entró en vigor a finales de enero, ha afectado al trabajo de la UNRWA en Cisjordania y Gaza, donde proporciona ayuda a millones de palestinos en los campos de refugiados.

El número de muertos en la Franja de Gaza desde el comienzo de la ofensiva israelí, en octubre de 2023, alcanzó este martes los 48 291, después de que el Ministerio de Sanidad del enclave registrase 20 más en las últimas 48 horas.

Además, 29 heridos llegaron a los hospitales gazatíes, por lo que el número total desde que comenzó la guerra alcanza los 111 722.

De los 20 muertos 15 son cuerpos recuperados bajo los escombros del enclave, mientras que cinco murieron por fuego israelí en los dos últimos días pese al alto el fuego en vigor, informaron las autoridades sanitarias.

Entre estas víctimas se cuentan los tres policías gazatíes que murieron el domingo en un ataque aéreo israelí cerca de la ciudad de Ráfah, en el sur de la Franja.

El Ejército israelí, que confirmó el ataque, dijo que el fuego iba dirigido contra un grupo de ‘individuos armados’ que se dirigían hacia las tropas apostadas en el sur de la Franja, junto a la frontera con Egipto.

Las autoridades sanitarias informaron también que todavía queda un número indeterminado de víctimas bajo los escombros y en las carreteras, que los equipos de rescate no pueden recuperar por el momento.

Al menos 42 personas han perdido la vida en Gaza por fuego israelí desde que entró en vigor el alto el fuego, el pasado 19 de enero, según las cifras del Ministerio de Sanidad gazatí.

Las autoridades, además, han recuperado más de 600 cadáveres entre las ruinas de la Franja, tras la retirada de gran parte de las fuerzas israelíes, que aún mantienen posiciones en el sur y junto a la frontera con Israel.

Este martes, Hamás anunció que entregará el jueves a Israel los cuerpos de cuatro rehenes y que liberará el sábado a seis rehenes, en el marco de la primera fase de la tregua.

A cambio, Israel dijo que liberará el sábado a un número de prisioneros palestinos determinado en el marco del acuerdo de tregua, declaró el jefe negociador del movimiento islamista, Jalil al Haya.

En total, 33 rehenes deben ser liberados en la primera etapa de la tregua, a cambio de 1 900 presos palestinos. Desde que comenzó el alto el fuego, 19 rehenes israelíes y 1 134 palestinos fueron liberados.

La segunda fase de la tregua, que debe comenzar el 2 de marzo, prevé la liberación de todos los rehenes y el fin definitivo de la guerra, antes de una última etapa dedicada a la reconstrucción del asolado territorio palestino, que causó controversia internacional recientemente cuando Donald Trump divulgó su plan para tomar control de Gaza y desplazar a sus 2.4 millones de habitantes

El frágil alto el fuego entró en vigor el 19 de enero, tras más de 15 meses de ofensiva militar de Israel tras el ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023.

La tregua también debe permitir la entrada de más ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, asediada por Israel, pero la parte palestina acusa al Estado israelí de bloquear la entrada de estructuras prefabricadas y equipos de retirada de escombros.

Palestinos caminan entre los escombros de los edificios destruidos durante la ofensiva israelí en el campo de refugiados de Jabalia, norte de la Franja de Gaza, el 17 de febrero de 2025. Foto: Reuters.

La Unión Europea ha cifrado en 53 200 millones de dólares (50 900 millones de euros) la recuperación y reconstrucción de la Franja de Gaza durante los próximos diez años, tras una evaluación “rápida” y “provisional” elaborada junto a Naciones Unidas y el Banco Mundial, siendo el sector de la vivienda el más necesitado.

“El frágil alto el fuego ofrece esperanzas tanto a los palestinos como a los israelíes. La reconstrucción de Gaza será un proceso largo y complejo”, ha señalado este martes en un comunicado la oficina diplomática de la Unión Europea.

La evaluación sostiene que la vivienda requiere hasta el 30% de esta cifra, unos 14 500 millones de euros, seguido del sector sanitario, el comercio y la industria, con 6 600 millones de euros, mientras que la agricultura requiere 4 000 millones de euros y la educación 3 600 millones de euros.

En los próximos tres años, se necesitarán 19 000 millones de euros para estabilizar los servicios esenciales y sentar las bases para una recuperación a largo plazo, señala el texto, en el que se apunta que cualquier rehabilitación está supeditada a unas condiciones políticas y de seguridad claras.

Estas condiciones políticas y operativas incluyen “marcos eficaces de seguridad y gobernabilidad”, un acceso mejorado a bienes para las personas en Gaza y un liderazgo palestino durante la reconstrucción.

Asimismo, “la comunidad internacional debe realizar esfuerzos colectivos para apoyar una paz justa y duradera que conduzca a la realización de la solución de dos Estados: Israel y Palestina, de la que Gaza es parte integral”, remarca la UE.

Mujeres se sientan sobre los escombros de edificios dañados en Yaroun, cerca de la frontera libanesa con Israel después de que un portavoz militar israelí dijera que Israel mantendría tropas en varios puestos en el sur del Líbano más allá de la fecha límite del 18 de febrero de 2025. Foto: Reuters.

Tras semanas de máxima tensión y dudas sobre su implementación, el acuerdo de alto el fuego en el Líbano expiró este martes sin que se haya cumplido su principal cometido: la retirada total del ejército israelí del sur del país mediterráneo, donde permanecerá en cinco puntos a lo largo de la frontera.

El 18 de febrero fue la fecha fijada para completar la salida de Israel, que ocupó vastas zonas del sur del Líbano el 1 de octubre pasado.

Pese a los llamados del Gobierno libanés y ante las pocas expectativas de que el Estado judío acatara lo acordado, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció tras el vencimiento del pacto que el ejército de Israel permanecerá en cinco puntos próximos a la frontera común.

El Ejército libanés anunció su despliegue en una decena de pueblos del sur del país tras la retirada de las tropas israelíes y comenzó a realizar tareas de desescombro, detonaciones de municiones sin explotar y a abrir carreteras para permitir el regreso de las cientos de miles de personas que tuvieron que abandonar la zona.

Tras el anuncio de Israel, las misiones de Naciones Unidas en el Líbano lamentaron otro retraso en la implementación del acuerdo de alto el fuego y condenaron que se “sigue violando la resolución 1701” del Consejo de Seguridad aprobada en 2006 y que sienta las bases del cese de hostilidades actual.

“No esperábamos que se produjera otro retraso en este proceso”, dijeron en un comunicado conjunto la coordinadora especial de Naciones Unidas para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el jefe de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del país (Finul), Aroldo Lázaro.

El pasado 27 de noviembre entró en vigor un cese de hostilidades, inicialmente previsto con una duración de 60 días, que estipulaba la retirada de las fuerzas israelíes presentes en el territorio libanés y limitar la posesión de armas en la franja fronteriza en manos de las fuerzas de seguridad libanesas.

Pero el alto el fuego inicial venció el 26 de enero y, al día siguiente, Estados Unidos anunció una prórroga del cese de hostilidades hasta el 18 de febrero para que las partes tuvieran más tiempo para cumplir con sus obligaciones.

El propio presidente libanés, Joseph Aoun, no se mostró optimista en los últimos días de que Israel se retirara del sur del Líbano y este martes ya adelantó que intensificará sus contactos con Estados Unidos y Francia −los garantes del alto el fuego− para conseguir por la vía diplomática que el Estado israelí abandone su territorio.

Mientras tanto, el Gobierno libanés advirtió a Israel de “todas las consecuencias legales” que se derivan de la permanencia de las tropas israelíes en el sur del país, e indicó que el Ejecutivo libanés la tratará como una ocupación tras expirar este martes la prórroga del acuerdo de cese del fuego.

En áreas del sur, la mayoría de los residentes esperaban a recibir la autorización para ir a revisar sus hogares, pero algunos se abrieron paso entre los controles para avanzar.

Muchas de las viviendas fueron demolidas durante la ofensiva que duró más de un año o en los dos meses posteriores al acuerdo de alto el fuego de noviembre, en los que las tropas israelíes aún ocupaban la zona.

En la aldea fronteriza de Kfar Kila, la gente estaba atónita por la cantidad de destrucción, con secciones enteras de casas arrasadas.

“Lo que estoy viendo es increíble. Estoy en estado de shock”, sostuvo Khodo Suleiman, un contratista de construcción, señalando su casa destruida en la cima de una colina.

“No hay casas, ni plantas, no queda nada”, dijo Suleiman, que había estado por última vez en Kfar Kila hace seis meses.

(Con información de Reuters, EFE y AFP)

Cubadebate

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