Por Luis Carlos Frómeta Agüero
Cada año, se trabaja en torno a un lema para celebrar el Día Internacional de las Lenguas de Señas.
El de 2024 es: “Defiende los derechos de las lenguas de signos”.
Este día ofrece una oportunidad única para proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de las personas sordas y otros usuarios de las lenguas de signos.
Se hace una invitación pública a los líderes mundiales a apoyar el lema en su propia lengua de signos nacional.
Se trata de una efeméride global que se celebra en conjunto con la Semana Internacional de la Persona Sorda (la última semana de septiembre), resumiéndose el tema común de la primera edición: ¡Con la Lengua de Señas, Todos Estamos Incluidos!
Su propósito fundamental es procurar la inclusión social de los usuarios de las lenguas de señas con miras a la plena realización de sus derechos humanos.
No se trata de una iniciativa aislada pues se inscribe perfectamente dentro de los planteamientos de empoderamiento femenino y eliminación de las desigualdades que se han fijado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Gracias a esta iniciativa se ha mejorado el estatus de las lenguas de señas nacionales mediante la implementación de políticas, planes, programas y proyectos encaminados a mejorar la educación de las personas con diversidad funcional auditiva.
Esto ha facilitado su acceso a la información y a los servicios básicos, de manera que se han visto fortalecidos los derechos humanos de estas personas incluso en los países en vías de desarrollo, donde antes existían muy pocas organizaciones no gubernamentales especializadas en el tema.
A pesar de que esta celebración busca primordialmente incluir en la sociedad a las personas con diversidad funcional auditiva o lingüística, lo ideal sería que todos aprendiéramos la lengua de señas para poder comunicarnos con estas personas que sin duda también tienen algo importante que decir.