Llegar corazón adentro

La Brigada de Instructores de Arte José Martí llegó a sus 19 años de fundada, y ha cumplido los objetivos para los que fue concebida

Lo extraordinario de su quehacer está en lo que logra, al trabajar con distintos grupos etarios, con personas con capacidades especiales. Foto: José Llamos Camejo

A la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BMJ) no le faltaron obstáculos, como les sucede a todos los proyectos al nacer. «Inicialmente el camino fue bien arduo, difícil, pero con el tiempo y la experiencia fuimos ganando en sabiduría, y superando todos los inconvenientes».

Así lo asegura Raúl Bernier Lescay, instructor santiaguero de la primera graduación.  

«El trabajo en estos años nos ha permitido arraigarnos a la idiosincrasia del cubano, ampliar nuestros conocimientos desde el punto de vista cultural, y así transmitirlos en las comunidades y escuelas a las que llegamos».

Raúl, especialista en la manifestación de teatro, se enamoró de su profesión.

Lo extraordinario de su quehacer está en lo que logra al «trabajar con distintos grupos etarios, con personas con capacidades especiales.

«Este es un proceso que te va enamorando, que te va involucrando, y uno no se da cuenta de que el tiempo pasa. Hoy miro atrás y digo: ¿Ya llevo 19 años?».

Su carrera tiene la misma edad de la bjm, han crecido juntos en sueños, metas y senderos. «Creo que los objetivos por los cuales Fidel creó nuestro proyecto, como parte de la Batalla de Ideas, se cumplieron. Son palpables hoy en Cuba y en Venezuela: hemos contribuido a educar al pueblo, hemos construido un público culto, ávido», advierte.

Este joven lo remarca con la autoridad de quien lleva varios años formando parte de la Misión Cultura Corazón Adentro, esta nación. 

«Venezuela ha sido una extensión de experiencias. Pienso que se ha dado un enriquecimiento espiritual mutuo. Hemos podido aprender de las dinámicas culturales de este país, e intercambiar al respecto. Regresaremos a casa con la certeza del deber cumplido». 

Raúl Bernier Lescay insiste en que tuvo razón de joven, cuando quiso ser instructor de arte. El esfuerzo y lo logrado «validan» el orgullo y la disposición de seguir ejerciendo.     

Periódico Granma

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