
Garcés Quintana deja un vacío significativo en el seno de su gentil familia, amistades y compañeros de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).
Era Licenciado en Historia y Máster en Estudios Cubanos y del Caribe, transitando por importantes desempeños como metodólogo de Historia y Marxismo en la Dirección provincial de Educación en Granma, profesor auxiliar de la Universidad Pedagógica de Granma, investigador adjunto de la Casa de la Nacionalidad Cubana y especialista del Centro provincial de Patrimonio en Grama.
Desde el 2002 hasta el 2014 fue electo presidente de la filial de la UNHIC de Granma y en el 2018 integró su secretariado nacional, donde trabajó en el rescate del patrimonio documental, sobre todo el azucarero, con reconocimientos por las acciones de conservación y preservación de la documentación de ese sector.
Fue autor o coautor, entre otros, de los libros Memoria y destino (2010), La epopeya del Granma (2016) y La caravana de la libertad (2018) y editó varios textos de temática histórica para la Editorial Oriente y Ediciones Bayamo.
Muchos de sus artículos los insertó en publicaciones periódicas del territorio granmense y nacionales, como los periódicos La Demajagua y Granma y la revista Bohemia.
Por su ardua labor en defensa de la memoria histórica y el patrimonio cultural de la nación Sergio Antonio recibió múltiples galardones: el reconocimiento Honrar, honra, de la SCJM (2015); el Premio Provincial de Historia Julio Báez Medel a la obra de la vida de la UNHIC (2021); la Distinción por la Cultura Nacional (2019); y la condición de Hijo Ilustre de Granma (2019), entre otros.
Siendo jubilado del sector de la Educación, se convirtió en el primer educador de la provincia en plantear oficialmente su retorno a las aulas como respuesta al llamado formulado en la Asamblea Nacional por el General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba.
La vocación de pedagogo lo acompañó toda la vida, siendo ejemplo a seguir, especialmente, a la hora de potenciar el conocimiento de la Historia de Cuba en los más jóvenes, a fin de fomentar la defensa de la identidad nacional, la defensa de la historia y la cultura nacionales.
Sirvan estas páginas para rendir tributo al profesional laborioso y, sobre todo, revolucionario, que deja una huella indeleble en todos los que le conocieron y sintieron la pasión de su palabra siempre educativa e instructiva.
No le decimos adiós a Sergio Antonio Garcés, sino un hasta siempre, porque quedará en la memoria de todos aquellos que tuvimos la ventura de conocerle y disfrutar de su amistad y su perenne alegría.