Por: Roberto Garaycoa Martínez
Con la primera luz del amanecer, los operadores de radar comenzaron a detectar señales de aeronaves enemigas aproximándose desde el noreste. Los combatientes ocuparon sus puestos y cada medio con sus aseguramientos se encontraban listos para cuando la orden fuera dada.
“Estamos en estos momentos en una zona de concentración de la aviación, donde se lleva a cabo la preparación para el combate de una aeronave, en cooperación con los demás elementos del Dispositivo Defensivo Territorial y así cumplir las misiones asignadas durante la invasión del enemigo”, explicó el mayor David Sosa Delgado, jefe del escuadrón de helicópteros.
Previo a la realización de acciones para el combate se ejecutaron vuelos de reconocimiento, para identificar posibles áreas de desembarco y movimiento enemigo. Sistemas de radar avanzados monitorearon constantemente el espacio aéreo y terrestre.
Luego de haberse recopilado la información detectada por la exploración, en el puesto de mando se planteó la misión a la aviación CAZA de atacar los medios aéreos que realizarían de desembarco. Los helicópteros debían apoyar con el fuego a nuestras tropas.
Simultáneamente, en el puesto de observación se aseguró la información de combate a los medios de fuego.
“En el ejercicio bastión estamos aplicando los conocimientos y habilidades aprendidos durante el año de preparación para la defensa 2024.
Este entrenamiento es necesario para mantener la preparación, asegurar la defensa del espacio aéreo y estar listos ante un posible ataque enemigo”, explicó el soldado Yaniel Rodríguez de Armas, operador de la estación de radiolocalización.
Con el empleo de los SHILKA y los C-10, las unidades de defensa antiaérea desplegadas en el terreno realizaron el fuego contra los medios aéreos tripulados y no tripuladas del enemigo, imposibilitándole el cumplimiento de la misión.
“Teniendo en cuenta que el enemigo no cesa en su intención de apoderarse de nuestra isla participamos en este ejercicio bastión, donde mejoramos nuestras habilidades en el empleo del material de guerra”, explicó el mayor Ismael García Suárez, jefe del grupo de defensa antiaérea.
Cuando se trata de defender el cielo de la patria, todos los aseguramientos destinados al cumplimiento de las misiones se encuentran en completa disposición combativa, entre ellos las comunicaciones.
La teniente coronel Daglis Belet Gamboa, jefa de comunicaciones de la de la gran unidad de Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria, resaltó la importancia de las mismas: “garantizan el intercambio de información ininterrumpida entre el mando, la dirección de fuego y la exploración del espacio aéreo para poder actuar contra cualquier enemigo que intente poner los pies en nuestra tierra”.
La cooperación entre las unidades aéreas y terrestres fue crucial en el teatro de operaciones militares. Los refuerzos fueron movilizados y los helicópteros de transporte evacuaron a los heridos y aseguraron que recibieran atención médica inmediata en los hospitales de campaña.
Después de un día de preparación vuelve la calma a la brigada. Quedó demostrado en este ejercicio del Bastión 2024 la buena preparación de las tropas para enfrentar cualquier acción del enemigo.
