
Más de la mitad de la población sudanesa, unos 25 millones de personas, padecen inseguridad alimentaria aguda en la nación que se aproxima al tercer año de guerra civil, según la agencia de la Organización de las Naciones Unidas.
El PMA se vio obligado a suspender sus operaciones en uno de los principales campos de desplazados del país, el de Zamzam en el norte de Darfur, debido al incremento de los ataques, lo que implica que miles de familias podrían morir de hambre en las próximas semanas, especialmente niños, advirtió Kinzli.
El refugio alberga a aproximadamente medio millón de personas y, desde el pasado mes de agosto, es una de las zonas declaradas en estado de hambruna, el máximo nivel de inseguridad alimentaria según los parámetros del PMA.