Sembrar la buena semilla

A sus 20 años, luego de culminar su duodécimo grado, Ailenis  González Fernández matriculó en el curso integral de supervisor de consumo y control energético. La motivación, partió de ver a su padre, eléctrico de formación, cambiar bombillos, lámparas y desarmar y reparar ollas de cocción a las luces de la Revolución energética.

“En casa todos pensaban que mi hermano mayor seguiría sus pasos, nadie pensó que sería yo. Ciertamente la corriente es algo que intimida, pero después del período de familiarización y  recibir la base teórico, uno ve todo más fácil.

“Los profesores siempre alertan de los posibles errores, para que no incurramos en ellos, sobre todo porque trabajamos con 110 y 220 volt. Este curso me habilitará como lectora –cobradora e inspectora, sin embargo, me decidiré por el ejercicio de esta última, como mi padre, ahí tengo un buen apoyo”, acuña González Fernández.

Su formación como inspectora, tuvo lugar en la escuela de capacitación de la Empresa eléctrica de Granma, valuarte indispensable en los resultados que exhibe este sector, cuatro años consecutivos Vanguardia Nacional, condición a la que arriban sin la incidencia de accidentes mortales en el trabajo.

Desde el 31 de octubre de 2011, el plantel educacional asume la misión de formar el personal de la empresa eléctrica de Granma, priorizando puestos claves para el  grupo comercial, el centro territorial de operaciones y la dirección técnica.

El espacioso recinto, con tonos azulados y naranjas, se rodea de una exhuberante vegetación que imprime sombra a las secciones de aulas; jardinería acicalada con luminarias y columpios; sus pulcras, con presencia de medios de enseñanza y cuidado mobiliario escolar; las habitaciones son placenteras, ambientadas con estilo y climatizadas; dispone además, de comedor para los estudiantes internos, y un gimnasio equipado con diferentes implementos para fortalecer músculos y varias partes del cuerpo humano.

Entre sus elementos decorativos, destacan  un esbelto girasol fundido en aluminio, un puño cerrado también de este mismo material, en alusión a la unidad y fuerza de los linieros, y un busto de grandes dimensiones de nuestro Héroe Nacional, José Martí, como presumen todas las escuelas cubanas.

Foto Frank Fonseca Espinosa

“Los cursos, responden a las necesidades de las 13 unidades empresariales de bases de la empresa eléctrica existentes en el territorio. Tan pronto el municipio capta ese personal, fundamentalmente de las enseñanzas politécnicas, damos apertura a los cursos”, explica la Licenciada Dannelis Valerino Márquez, su directora.

Durante este año, por ejemplo, llevó a feliz término el curso de supervisor de consumo y control energético, que graduó a 34 estudiantes de los municipios de Pilón, Media Luna, Bayamo, Manzanillo, Río Cauto, Jiguaní, Cauto Cristo y Guisa.

“Los cursistas de los puestos claves, reciben previo a la entrada al centro y durante un mes, nociones elementales de energía. El objetivo es sentar bases y familiarizarlos con el lenguaje, los conceptos, los roles de cada oficio”, apunta la también instructora del plantel.

Seis instructores en el área de línea comercial, seguridad y salud en el trabajo, desafían cada día la diversidad etaria y profesional para moldear este personal con los conocimientos necesarios.

Los cursos están diseñados con programas específicos que comprenden una parte teórica y práctica. Con vistas a ello, la escuela cuenta con un aula especializada, equipada con los diferentes niveles de voltaje y metro contadores, desde el más antiguo hasta el más reciente; también, en el caso de los linieros, efectúan prácticas en el campo de postes.

UN SUEÑO CUMPLIDO

El jiguanicero Antonio Cardozo Fernández, confiesa que desde pequeño siempre le llamó la atención  todo lo concerniente a la electricidad, por eso aunque se licenció en Cultura Física, cuando se le dio la posibilidad de aprender la profesión de sus sueños, se aferró a la oportunidad con uñas y dientes. Hoy, renueva lo aprendido como Inspector tras pasar tiempo fuera del oficio.

“Los cursos en esta institución se dan con mucha calidad. Los  profesores tienen un vasto conocimiento de las materias que imparten, son inspectores muy experimentados, casi de cuando empezó la eléctrica, y muy diestros para transmitir sus mañas en el oficio.

“Este trabajo requiere de mucha profesionalidad, por eso la inclusión de la asignatura ética y legalidad, esencial para capacitarte en el trato con los clientes; lo otro es dominar las resoluciones, la Ley Eléctrica, El manual del inspector, que rigen nuestro actuar diario”, añade Cardozo Fernández.

EL ESPECIALISTA EN EL ÁREA COMERCIAL

Arismel Arbelio Rosales Gómez resalta por su alto sentido de pertenencia hacia la Eléctrica, sector al que dedicó 44 años de trabajo en diferentes departamentos de operaciones y comercial, hasta que llegó su jubilación.

No obstante, la pasión por este oficio habló más alto y se reincorporó desde el 2021 a la plantilla de profesores para aportar su conocimiento, como maestro comercial que es.

“Esta etapa como docente es algo nuevo que me revitaliza. Me siento satisfecho, sobre todo por aportar mi experiencia a la formación de las nuevas generaciones”, opina Rosales Gómez.

LINIERO EXPERIMENTADO

Manuel Ángel Ramírez Peraza, instructor internacional de todos los voltajes, asume desde el 2014 la impartición de cursos a linieros iniciantes, especialistas y jefes de brigadas.

Foto Frank Fonseca Espinosa

Unos 50 años de experiencia en el sector, sin la ocurrencia de accidentes laborales durante trabajos con alta tensión eléctrica (33 mil voltios), avalan su membresía en la comisión evaluadora de las provincias orientales.

“En este indicador resulta de gran importancia a la certificación, cada seis meses, de los instrumentos de trabajo, porque estos deciden la vida del liniero; la otra parte depende del cumplimiento de las normas, aspectos en los que insistimos desde que formamos el personal”, apunta Ramírez Peraza.

SEGUNDOS SERVICIOS

En aras de generar ingresos propios, la  escuela de capacitación de la empresa eléctrica de Granma implementa  una nueva modalidad de servicio: la renta de habitaciones (climatizadas y confortables) a entidades estatales previo contrato en institución, cita en calle Primera, entre Segunda y Tercera, reparto 26 de Julio (Aeropuerto Viejo).

A través de la relación con la Universidad de Granma, la escuela gestiona la superación de los trabajadores y su inclusión en programas de estudios  de carreras universitarias.

“En 2022, matricularon  36 trabajadores en carreras universitarias y otros dos se insertaron en  maestrías, también asumimos 14 estudiantes de práctica de Ingeniería eléctrica. El logro fundamental este año, se centra en la enseñanza politécnica, que  tiene una matrícula de 18 estudiantes de técnico medio en Electricidad y otros 12 en Telecomunicaciones.

“En aras de completar  la fuerza laboral en estos puestos claves, en la segunda quincena de noviembre abrimos un curso de linieros eléctricos para todos los municipios, a excepción de Bayamo y Manzanillo, que están en proceso de captación del personal”, especifica Valerino Márquez.

VALORACIONES

La escuela de capacitación de la empresa eléctrica de Granma, equipa profesionalmente a hombres que deben desafiar las alturas, y en medio de ese gran reto, garantizar el servicio eléctrico sin descuidar el cumplimiento de las normas de seguridad, que se traducen en la integridad física de quienes laboran.

Además de la preparación que ofrece esta institución en temas vitales y relativos a la electricidad, es la encargada de recalificarlos con cierta periodicidad,  un propósito en el que la protección individual y colectiva vuelve a estar en el epicentro de las clases.

La Demajagua

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