Crónica de un comunicador en Caimito, Artemisa: Tenemos que terminar, nos queda poco

La naturaleza imperiosa se erige firme, obstaculizando el paso de los caminos de la electricidad en la serranía de Caimito. Enramadas de maleza y marabú quieren detener el avance victorioso del Contingente Desembarco del Granma.

Foto: Frank Fonseca Espinosa

Por: Frank Fonseca Espinosa

Pareciera que, por momentos, la naturaleza quedará vencedora. La fatiga de los hombres de las brigadas se nota en sus ojos, en sus manos marcadas por el trabajo y en su paso lento, pero firme.

Foto: Frank Fonseca Espinosa

Muchos afirman que queda poco; tenemos que terminar. Es su aliento diario al despertar a las 5:30 AM y enfrentarse a que no están en sus hogares, que las mañanas no las comparten con sus esposas, hijos y nietos.

Es duro para mí escucharlos y ver que, aun siendo hombres rudos, de sobrado coraje, valor y fidelidad a su trabajo, tienen el deseo de volver a casa triunfadores.

Foto: Frank Fonseca Espinosa

La naturaleza puede ser domada, y una trocha con machete limpio puede abrir los caminos de difícil acceso. El miedo a las tareas engorrosas nunca ha sido parte del equipaje de los linieros, y sus botas, que sostienen sus pasos, ya han domado los terrenos inhóspitos de Cuba.

La Demajagua

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