
Por: Kendry Meriño Olivera (Estudiante de Periodismo)
Por estos días en la ciudad de Bayamo se lleva a cabo una jornada para la prevención del embarazo en la adolescencia.
Estos periodos se realizan con el objetivo de establecer intercambios entre promotores de salud, docentes y estudiantes sobre las graves consecuencias que propicia mantener relaciones sexuales desprotegidas.
Durante las diversas jornadas que se realizan a lo largo y ancho del país para prevenir el embarazo en la adolescencia, intervienen todas las instituciones educativas y sanitarias, así como las distintas organizaciones de masas vinculadas a la sociedad en general.
Según refleja la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala mundial, la tasa de nacimientos en la adolescencia ha disminuido de 64,5 nacimientos por cada 1000 mujeres (de edades comprendidas entre 15 y 19 años) en el año 2000 a 41,3 nacimientos por cada 1000 mujeres en 2023.

Sin embargo, las tasas de cambio han sido desiguales en diferentes regiones del mundo, con la mayor disminución en Asia Meridional y disminuciones más lentas en las regiones de América Latina y el Caribe y África Subsahariana.
Aunque se han producido disminuciones en todas las regiones, África Subsahariana y América Latina y el Caribe continúan teniendo las tasas más altas a nivel mundial, con 97,9 y 51,4 nacimientos por cada 1000 mujeres, respectivamente, en 2023.
La gestación en edades tempranas sigue siendo un problema medular en la sociedad actual.
Aunque se trabaja a diario para reducir la tasa de fecundidad en estas edades, en la Mayor de las Antillas se debe intensificar la educación sexual en las instituciones educativas y asegurar la cobertura y diversidad de medios anticonceptivos de alta eficacia en las consultas de atención a la adolescencia, entre otras medidas.