
Por: Lianet Pérez Sánchez
Según archivos históricos la importante fecha se instauró en el año 1996 durante el Congreso Mundial de la Federación Internacional de Guardaparques en donde la organización, con presencia en más de 60 países, propuso la conmemoración como una forma de reconocer a quienes dedican sus vidas a la conservación de la naturaleza.
Desde entonces, la efeméride se ha consolidado como una oportunidad para difundir el valor de los ecosistemas y agradecer la entrega de los trabajadores de campo que los protegen.
Los guardas forestales tienen tareas de gran relevancia en su labor cotidiana, entre ellas destacan la prevención de actividades ilegales como la tala indiscriminada de árboles o la caza furtiva de animales silvestres, así como el monitoreo constante de la flora y la fauna.
Durante el verano una de las tareas más importantes que tienen que cumplir es la participación activa en los trabajos de prevención y extinción de incendios, además de ocuparse de la investigación de sus causas en los terrenos forestales.
En Cuba, el 10 de abril de 1959 se aprobó la Ley No. 239, conocida como el Plan de Repoblación Forestal por el Ejército Rebelde, para que al propio tiempo que se realizara la Reforma Agraria, se planificara la recuperación, conservación, fomento y aprovechamiento de los recursos naturales renovables del país.
Por tales razones esta fecha es una ocasión propicia para incentivar en las personas la necesidad de adquirir conciencia sobre el manejo de incendios, primeros auxilios, conocer e identificar las especies de flora y fauna de la zona en que residen, así como las especies en peligro de extinción para de esta forma contribuir entre todos al cuidado y preservación del medio ambiente.