Cadenas locales de TV mostraron en reportes nocturnos imágenes de la llegada de Bukele este sábado a la Base Militar Andrews y según un comunicado de la Presidencia salvadoreña, la estancia aquí del mandatario busca “afianzar aún más la alianza histórica” que mantiene con Trump “en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado transnacional”.
El encuentro Trump-Bukele se celebrará el 14 de abril en la Casa Blanca. Hay quienes se preguntan si estará sobre la mesa el caso de Kilmar Abrego García, un salvadoreño residente legal en Maryland, deportado por un “error administrativo” y un “descuido”, como admitió el Gobierno de Estados Unidos.
La administración Trump dice que Abrego García está ahora bajo jurisdicción de El Salvador y no acaba de responder a la solicitud de la Corte Suprema que dictaminó facilitar su regreso. El caso generó gran indiganción y está en el centro de la atención mediática.
Bukele se ha convertido en el mejor aliado de Estados Unidos en el plan de Trump de deportaciones dentro de su agresiva política migratoria, pues aceptó recibir vuelos de expulsados que presuntamente están vinculados a organizaciones criminales (pandillas).
