
No conforme con exigir a los integrantes de la Alianza Atlántica a elevar al cinco por ciento del PIB sus presupuestos de defensa –a lo que se lnegó España-, el mandatario estadounidense se enfrascó en paralelo en una cruzada contra el país ibérico, con chantajes sin el más mínimo recato de diplomacia.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, eludió un contacto directo con Trump durante la cimera de la OTAN efectuada en La Haya, lo cual, a todas luces, enfureció al inquilino de la Casa Blanca, que ya desde su avión había lanzado dardos contra la nación europea.
Luego de escalar lo suficiente como para tensionar la Cumbre en La Haya, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, mostró su determinación de aclarar los designios de Washington al recalcar que la Alianza no tenía más alternativa que llegar al cinco por ciento en gasto militar.
No quedó claro cómo será la implementación de un acuerdo, que a la vez es un no acuerdo, así parezca contradictorio. Presuntamente hay voluntad de los 32 miembros de la OTAN, aunque España siga aferra al 2,1 por ciento que Sánchez afirmó a Rutte que adelantaría.
Sin embargo, como Trump no podía quedarse fuera del protagonismo, ironizó ante la prensa respecto al buen desenvolvimiento económico-comercial de España, para acto seguido amenazar con “hacerle pagar el doble” en cualquier futuro convenio con Estados Unidos.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, relativizó el asunto al remarcar que es la Unión Europea (UE) como bloque, la que se debe entender con EEUU en estos dominios.
Sánchez no siguió la corriente de Trump y evitó también de momento no entrar en un debate público, con la idea de apostar por los canales diplomáticos, algo que despierta muchas interrogantes.
Sobre todo por su debilidad actual, acorralado en lo interno por casos de corrupción que salpican con fuerza a su núcleo más cercano y dan ala al líder de la oposición del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, que no da tregua en la exigencia de adelanto electoral en España.
No tiene el favor tampoco Sánchez de grupos alineados con la izquierda, que se distancian de los socialistas del PSOE que encabeza, si bien con matices diversos.
Durante esta semana, tres comparecencias ante la justicia de los principales implicados en una trama de corrupción, marcan el pulso. El exministro José Luis Abalos y su exasesor Koldo García, y el hasta hace poco número tres del Partido Socialista (PSOE), Santos Cerdán en el banquillo.
Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de 590 páginas y revelaciones registradas en grabaciones suministradas por el propio Koldo, hacen temer que el expediente afecte a más políticos del PSOE.