
En la reunión de este jueves, en el marco del 80 periodo de sesiones de la Asamblea General ONU, Rodríguez insistió en vigorizar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Denunció, asimismo, el despliegue desproporcionado de Estados Unidos de unidades navales y aéreas militares en el sur del Caribe bajo el mando del Comando Sur, el cual presentó como acto disuasorio para “enmascarar su real intención intervencionista”.
El canciller caribeño señaló que la envergadura de los efectivos, medios y técnica militar desplegados, con la inclusión de un submarino de propulsión nuclear, “contradice la idea que el gobierno de Estados Unidos pretende vender, de que su propósito es luchar contra el narcotráfico y los flujos migratorios irregulares”.
Se refirió al informe Global de Drogas del actual año de la nación norteña, el cual recoge que Estados Unidos “es el mayor mercado de estupefacientes en las Américas y posiblemente del mundo”.
De acuerdo con el documento, alberga las mayores redes de estímulo al consumo, distribución, facilitación del tráfico, cobro, atesoramiento y lavado de las cuantiosas sumas generadas por este negocio ilícito, apuntó.
Declaró que, en el propio territorio estadounidense, su Gobierno “debiera poner el foco de su atención y canalizar sus grandes recursos para enfrentarlos”.
Rodríguez denunció la falsa narrativa construida por Washington contra autoridades legítimas de la región, en particular contra el presidente institucional de Venezuela, Nicolás Maduro.
Afirmó que la aviesa intención de asociar al gobierno venezolano con supuestas organizaciones criminales “es la nueva construcción imperial para amparar actos injerencistas y violentos´”.
No es la primera vez que los gobernantes de Washington acuden a las mentiras para justificar el despojo, expresó y aludió, en ese sentido, a las numerosas intervenciones militares en la región de América Latina y el Caribe, y el apoyo y amparo a criminales dictaduras.
“Su reciclada supuesta lucha contra el narcotráfico representa un intento de actualización de los temas de dominación anclados en la doctrina Monroe”, puntualizó.
El canciller cubano remarcó que la gravedad del momento exige incrementar la solidaridad mundial e instó a la comunidad internacional a movilizarse para detener una agresión contra Venezuela y Nuestra América.
Asimismo, convocó a fortalecer la Alianza Bolivariana y a cerrar filas frente a quienes pretenden imponer sus agendas porque “la soberanía e independencia se defienden y no se negocian”.
Por último, agradeció de manera profunda la solidaridad de los países del ALBA-TCP en el enfrentamiento al bloqueo estadounidense contra Cuba y su reclamo de exclusión de estar en la “lista infame de países patrocinadores del terrorismo”.