Por Melitza Vargas
Por mucho tiempo había anhelado adquirirlo para la sala de su casa, y descansar en él luego de la jornada laboral, pero el salario no le permitía comprarlo a sobreprecio en el mercado informal.
“Me siento satisfecha con la compra que realicé, porque pude tener mi juego de muebles sin una alta afectación mensual a mi economía, además de que no tengo quejas de la calidad del producto”, manifiesta Leyva Martínez.
Con el objetivo de facilitar a la población el acceso a ofertas de bienes duraderos y otros artículos para satisfacer sus necesidades, sin que intermediara una entidad financiera, el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) aprobó, en julio de ese año, la Resolución 98/2021.
En ella se establecen las regulaciones para la venta minorista de determinados productos mediante el pago a plazos, incluidos muebles, colchones, bicicletas, equipos electrodomésticos y otros artículos, cuyos precios superan los dos mil 500 pesos.
Desde la implementación, dicha modalidad de compraventa del Mincin ha sido demandada por los pobladores de la Ciudad Monumento Nacional, como alternativa para resolver las urgencias hogareñas, frente a la difícil situación económica que atraviesa el país.
En la tienda, se comercializan puertas, balances, multimuebles, juegos de sala y de comedor, camas, sillas y otros bienes duraderos.
De acuerdo con Ana María Rabí Arranz, directora de la UEB Especializada La Experimental, pueden acceder a este servicio trabajadores, tanto del sector estatal como privado, jubilados e, incluso, estudiantes a los que les asignan artículos en sus planteles.
“La prestación que ofrece la entidad goza de buena aceptación por parte del público, porque los precios aquí son mucho más económicos y, al mismo tiempo, brindamos la posibilidad de pagar poco a poco.
“A pesar de ser una deuda con la entidad, desde que se fundó la tienda no ha habido problemas ni ha sido necesario retirarle el bien a ningún cliente, pues todos los compradores han efectuado con seriedad y de manera puntual sus pagos”, refiere Rabí Arranz.
Para adquirir los recursos, las personas naturales deben cumplir requisitos, como ser ciudadano cubano con domicilio permanente en la Isla y residir en la provincia donde se solicite el servicio; tener más de 18 años de edad, capacidad legal y de pago para concertar obligaciones; contar con ingresos demostrables, fijos y regulares avalados. Así como haber honrado o estar honrando otras deudas contraídas bajo esta modalidad de venta.
Para la compra de los bienes, se establece una tasa máxima de interés de 2,5 por ciento, sobre el importe de estos, y el comprador efectúa inicialmente un pago negociable no inferior al 20 por ciento del precio de venta del artículo, mediante el pago electrónico o en efectivo. Además, dispone de los plazos que se pacten para abonar el importe restante, siempre en el término de hasta un año.
Otra de las facilidades que ofrece esta modalidad consiste en que la persona natural contratada en una entidad estatal, puede acceder a la venta a plazos mediante el descuento por nómina, previo convenio del establecimiento minorista con el centro laboral.
La estrategia comercial de las ventas a plazo ha sido el alivio de pobladores del municipio, ya que con ella han podido adquirir bienes para el hogar, con facilidades de pago y a precios razonables.
Con poco más de dos años de implementación, las ventas a plazo se extienden a los municipios de Manzanillo, Guisa y Jiguaní.
¿Y qué pasa con los créditos al consumo?
Por otra parte, la sucursal del Banco Popular de Ahorro (BPA) en Granma continúa otorgando créditos a las personas naturales para la compra de bienes del hogar y efectos personales que se comercializan en las tiendas del Comercio Interior estatal, áreas de cuentapropistas, artesanos del Fondo Cubano de Bienes Culturales y otros actores económicos.
“Los clientes están satisfechos, pues a través de ellos han podido comprar muebles, sábanas, toallas, zapatos, entre otras cosas”, explica Yuliennys Gurri Báez, especialista en Comunicación y Marketing de la dirección provincial de BPA.
“Se pide como condición que el solicitante tenga ingresos regulares lícitos. Se financia un mínimo de cinco mil pesos y el importe máximo depende de la capacidad de pago del cliente y la tasa de interés del plazo de utilización”, precisa.
Para esto, el cliente debe personarse en la sucursal donde su centro de pago tiene convenido los descuentos a los trabajadores, y de tener tarjeta magnética de salario, en la sucursal donde está domiciliada la nómina.
Los pagos se realizan a través de los cheques de gerencia y transferencias bancarias, porque no es posible extraer en efectivo el dinero de los créditos al consumo.
Los clientes del Banco de Crédito y Comercio (Bandec) también pueden disfrutar del servicio amparado en el Decreto Ley 289/2011 y las resoluciones 99/2011 y 276/2021 de la ministra presidenta del Banco Central de Cuba.
Con el objetivo de facilitar la compra de bienes del hogar y efectos personales, las sucursales pueden otorgar financiamientos en CUP bajo la modalidad de línea de crédito, previa firma del contrato de créditos personales entre el banco y el cliente.
Para acceder a estos financiamientos, los solicitantes deben demostrar que cuentan con ingresos lícitos y tener, al menos, una cuenta bancaria en Bandec, preferentemente de tarjeta de débito red. El financiamiento aprobado podrá asociarse a cualquiera de los productos ya existentes de ahorro y, en el caso de que el interesado no posea cuenta en CUP asociada a tarjeta, se le abrirá una cuenta de esa modalidad.
A través del código QR, esta publicación pone a disposición de los lectores información sobre otros detalles y condiciones del servicio.
Las mencionadas opciones pueden contribuir al confort de los hogares y la adquisición de artículos necesarios, sin que ello represente la erogación de altas cuantías de una sola vez. Si bien la práctica no constituye una novedad, pues está muy arraigada a nivel mundial, muchos granmenses desconocen su existencia en el país.
