
En Oviedo, capital asturiana, el jurado dio a conocer el fallo que otorga este lauro a la institución mexicana, inaugurada el 17 de septiembre de 1964, con la misión de investigar, conservar, exhibir y difundir las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes del país.
El Museo mexicano se impuso entre 32 candidaturas de 23 nacionalidades, en gran medida por los testimonios arqueológicos y antropológicos forjados por múltiples grupos culturales durante cientos de años de historia, que acoger en sus instalaciones.
Es además un referente en el tributo a los pueblos indígenas de México y expone entre sus piezas más sobresalientes la Piedra del Sol; Cabeza Colosal: Atlante de Tula; y Máscara del Dios Murciélago.