Con 44 años de labor, Orlando es miembro de la brigada Granma, que pertenece a la provincia homónima y forma parte de la zona integral oriental de la Empresa Nacional de Perforación y Construcciones (ENPC), subordinada al Instituto de Recursos Hidráulicos.
La cuadrilla posee dos añejos equipos destinados a horadar la tierra en busca de agua subterránea, y para los cuales, muchas veces, no hay piezas de repuesto; razón que impone la necesidad de hacerlas, incluidos, por ejemplo, bujes, espárragos, casquillos y tuercas, subrayó.
Por ese compromiso y dedicación a la obra cotidiana, Rodríguez Sam y tres compañeros suyos merecieron la distinción Armando Mestre Martínez, máximo reconocimiento que otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción en la mayor de las Antillas.
Los otros estimulados se nombran Ignacio Domínguez Puebla, mecánico; y los choferes Conrado Ramírez Reyes y Emiliano Cutiño Aguilar.
La “Armando Mestre Martínez” distingue a mujeres y hombres que acumulan, respectivamente, más de 20 y 25 años de relevante trayectoria laboral en el sector constructivo.
El agasajo, que tuvo lugar el domingo último en la ciudad de Bayamo, abrió en Granma la jornada de actividades en saludo al venidero 30 de septiembre, cuando se cumplirá el aniversario 35 de la creación de la ENPC.
Como en otros ámbitos de la vida económica y social de la isla, la innovación en las distintas empresas y entidades del Ministerio de la Construcción combate la obsolescencia tecnológica, sustituye importaciones, ahorra divisas, y permite sostener niveles de actividad frente a las carencias que impone el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.