ʻʻQuerido pueblo de Granma, al cumplirse el aniversario 66 del triunfo de la Revolución, es momento de mirar hacia el año transcurrido y reafirmar el compromiso con la Patria.
Es fundamental recordar que nuestras convicciones revolucionarias, antiimperialistas e internacionalistas se forjaron en las históricas luchas por la independencia y soberanía nacional, desde aquí, desde esta tierra heroica.
La defensa de principios y continuidad del modelo socialista son tarea que cada uno de nosotros debemos asumir con valentía y determinación plenas.
Ha sido un año complejo con desafíos significativos derivados de una globalización acelerada y un contexto internacional cada vez más adverso, sin embargo, hemos demostrado ser un bastión de compromiso y fidelidad a la revolución.
Como nos alertó tempranamente Fidel, “el camino no será fácil” y es en estos momentos complejos cuando más debemos fortalecer nuestra organización y cohesión.
Por más obstáculos que ha impuesto el bloqueo económico imperialista estadounidense no ha logrado asfixiarnos por lo que es crucial, que redoblemos los esfuerzos, sobretodo en la producción de alimentos incluyendo las áreas de autoabastecimiento y que no nos quede nada por sembrar.
La lucha por el desarrollo sostenible nos concierne a todos. Debemos aprovechar la capacidades de nuestros jóvenes, mujeres y de todos los sectores de la sociedad para generar propuestas creativas que nos permitan enfrentar las adversidades.
En este sentido, la preparación ideológica y la formación política de los cuadros son esenciales, necesitamos que nuestros líderes locales sean capaces de motivar e inspirar a sus comunidades, promoviendo el sentido de pertenencia y la responsabilidad compartida.
La militancia del Partido Comunista de Cuba tiene un papel crucial y determinante en este proceso, pues su liderazgo debe ser guía para el pueblo en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas.
El trabajo en conjunto con las organizaciones de base es indispensable para asegurar el éxito de nuestras iniciativas en donde cada barrio, consejo popular, y centros laborales sean convertidos en espacios de debate y participación donde las voces y propuestas de los ciudadanos y trabajadores sean escuchadas.
La unidad es nuestra mayor fortaleza y con ella podremos enfrentar los intentos de desestabilización que buscan socavar el proyecto social y ponernos de rodilla.
El 2025 será un año de rectificación y renovación por lo que es preciso trabajar en la eliminación de prácticas negativas que han inundado la población como la indolencia, la falta de sensibilidad y la corrupción.
La lucha contra estos flagelos exige de la participación activa de todos, desde los líderes hasta cada ciudadano comprometido con la causa revolucionaria, solo así, podremos construir un entorno donde se valore el esfuerzo colectivo y promueva el bienestar común.
Debemos continuar fortaleciendo la solidaridad con otros y con nosotros mismos.
La historia nos ha enseñado que la unión de los pueblos es la clave para combatir las adversidades y construir un futuro de paz y de justicia.
Al mirar hacia el 2025, debemos recordar que nuestros sueños y aspiraciones son legítimos y posibles.
La Revolución cubana ha demostrado a lo largo de su historia que a pesar de los obstáculos es capaz de avanzar y triunfar.
En este nuevo año, asumamos el reto de seguir siendo dignos herederos de aquellos que lucharon por la libertad y justicia desde los mambises hasta nuestros héroes contemporáneos.
Celebremos el aniversario 66 del triunfo de la revolución comprometidos en la construcción de un futuro mejor para Granma, para Cuba con la fuerza colectiva y con la convicción de que somos parte de un proyecto que trasciende el tiempo.
Enfrentemos este 2025 con optimismo y determinación juntos como pueblo, solo de esta manera podremos superar cualquier adversidad y construir el futuro que queremos para nuestra Patria.
Les deseo para este nuevo año, mucha salud y que en los próximos 365 días reine la paz, el amor, la esperanza y la unidad. ¡Feliz 2025! ʼʼ.
