Poco después del mediodía de este miércoles –una hora más que en La Habana– el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, arribó en visita oficial a Granada, procedente de Barbados.
Es esta la primera visita oficial que realiza el jefe de Estado a la isla caribeña. A su llegada al aeropuerto internacional Maurice Bishop fue recibido por el primer ministro barbadense, Dickon Mitchell.
Tras la ceremonia oficial de bienvenida, el primer ministro invitó al presidente cubano a apreciar una placa en el interior de la terminal, que fue develada por el Comandante en Jefe Fidel Castro durante su visita a Granada en agosto de 1998.
Con ese gesto Granada rinde tributo a los 24 cubanos caídos en combate en este país durante la invasión militar de Estados Unidos, en octubre de 1983. En un multitudinario acto realizado entonces en la Plaza de la Revolución, Fidel Castro expresó: “Allá, lejos de Cuba, donde aportaban el noble sudor de su trabajo internacionalista para un país más pobre y más pequeño que el nuestro, fueron capaces de dar también su sangre y sus vidas”.
Este aeropuerto, destacó el primer ministro Dickon Mitchell, es una muestra de la “cooperación que existe entre nuestros países; estamos muy agradecidos”.
No hay nada que agradecer, aseguró en respuesta el mandatario cubano. ¡Nosotros somos hermanos!
Un coloquio de amistad, hermandad y solidaridad
Poco antes de partir hacia Granada, el presidente Díaz-Canel había participado en la inauguración del Coloquio por los 50 años de relaciones Caricom-Cuba, en la Universidad de las Indias Occidentales.
Fue esa su última actividad en Barbados, en la cual participó también la primera ministra Mía Amor Mottley, quien destacó los muchos aportes que han dejados los profesionales cubanos en su país, sobre todos los del sector de la Salud.
Esas son las bases de la relación de Cuba con el Caribe, consideró la primera ministra. “Desde sus inicios la esencia ha sido poner siempre en el centro a las personas”, valoró.
De emociones habló luego el jefe de Estado cubano, quien confesó que “cada encuentro, cada minuto en Barbados, son de una profunda significación, mueven mucho nuestros sentimientos”.
“Este es un coloquio de amistad, de hermandad, de solidaridad; un coloquio que va a aportar desde la visión de la ciencia el enfoque necesario para encontrar las raíces, los orígenes y los aportes de los que fundaron las relaciones entre el Caribe y Cuba”, significó el mandatario.
Justamente han sido esos, reflexionó, hilos conductores de esta visita: el legado y la solidaridad. “Por lo tanto, es como si estuviéramos culminando nuestra inolvidable visita a Barbados con un broche de solidaridad y amistad”.
De sumamente oportuno, necesario y aportador valoró Díaz-Canel el encuentro, en el cual participan intelectuales caribeños para compartir esencias sobre la historia, la amistad y las tantas fortalezas que distinguen las relaciones de Cuba y los pueblos del Caribe.
Del legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien siempre trabajó en el fortalecimiento de la amistad con el Caribe, habló el dignatario cubano.
Una amistad, dijo, que se “alimenta constantemente, se enriquece, crece y no se ha quedado solo en la solidaridad, sino que ha facilitado aprovechar el talento de nuestros pueblos para realizar acciones concretas y desarrollar proyectos de beneficio común”.
Esas relaciones, apuntó, no tienen la base del interés comercial, parten de la “sensibilidad por los problemas de todos y su comprensión; de unir talentos, fuerzas y voluntades, y sobre todo de hacer”.
“Muchas gracias por darnos la oportunidad de vivir tantas emociones en Barbados”, se despidió el presidente cubano de los presentes.