Golfovisión: dos décadas de palpitar televisivo manzanillero (+fotos)

¿Estamos listos? Luces, sonido, cámara… ¡Comenzamos! Se escucha, y de inmediato se origina la señal de transmisión que por 20 años permite al pueblo de Manzanillo ver en las pantallas de los televisores el reflejo de sus vidas. Golfovisión es ese espejo y el hombre común el protagonista de las historias y realidades que muestra.

Golfovisión, canal televisivo comunitario de Manzanillo, fue inaugurado el 8 de septiembre de 2004 por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz / FOTO Denia Fleitas Rosales

Por Denia Fleitas Rosales

Por cotidianas y comunes, no pierden su atractivo las imágenes que los realizadores audiovisuales de este canal municipal suscitan desde la ciudad del Golfo de Guacanayabo.

En su quehacer defienden la herencia, enriquecida diariamente desde el nacimiento, aquel 8 de septiembre de 2004.

La edición es parte esencial del trabajo audiovisual para la excelencia de los 13 programas televisivos / FOTO Denia Fleitas Rosales

El sueño de los manzanilleros y una idea del Comandante en Jefe Fidel Castro se conjugaron en realidad audiovisual.

Dieron vuelo a un entramado creativo que tiene como “premio principal el estar aquí, todos los días, junto al regalo que nos hacen los televidentes, sintonizando el canal aunque a veces esté lloviznoso y sin la calidad que demanda. Pero aquí, junto a ellos”.

Las palabras del director de programas Yoandris Ruiz Delgado guardan en sí los anhelos de aquel muchachito adicto al mundo que a través del vidrio gestaba en él deseos, pensamientos, comprensiones, y ansias de usar el invento de Farnsworth para dejar huellas.

“Golfovisión, en lo personal, me ha dado logros principalmente espirituales que han enriquecido mi vida como ser humano, y espero que haya hecho lo mismo con los televidentes. Personas talentosas y ganas de hacer; y el deseo de seguirse preparando, le impregnamos a los programas amor, pasión, para despertar iguales emociones y sentimientos en la audiencia”.

La producción depende de un amplio equipo, con el director de programas al frente / FOTO Cortesía de Esther María Sánchez

Una transmisión de tres días semanales, con tiempo televisivo de dos horas en cada salida al aire, es suficiente para calar en los públicos.

Mezcla de juventud y experiencia otorgan un toque distintivo a la televisión manzanillera.

Cada vez se acercan con veracidad y objetividad a los intereses de quienes habitan esta geografía granmense.

En constante dinamismo preserva la esencia primigenia de impactar comunicativamente en su radio de acción, como primer canal televisivo comunitario fundado en Cuba.

La casa productora ha sido fuente de periodistas, artistas, de donde han trascendido valiosos profesionales con resultados importantes en ámbitos provinciales y nacionales.

El reto se asume con la confianza en los hombres y mujeres que entregan su potencial creativo para satisfacer la audiencia manzanillera.

Ciro Rosabal Ferrales recuerda que en cada circunstancia han protegido la trasmisión del telecentro para mantener informado al pueblo / Cortesía del entrevistado

“No nos detenemos. Somos imparables cuando se trata de ir a buscar esas imágenes que el pueblo necesita ver para comprender el esfuerzo de sus coterráneos por la colectividad. Por eso cuando cojo la cámara aprovecho cada recurso artístico, los planos, la fotografía, la iluminación, los encuadres, para ir a lo expresivo, a lo sensible”, comenta Ciro Rosabal Ferrales, el único de los fundadores que permanece hoy dentro del colectivo.

La edificación que los acoge en calle Doctor Codina, esquina a Mártires de Viet Nam, a escasos metros del centro de la ciudad  del Golfo de Guacanayabo, muestra gallardía estructural.

“Sin embargo, hace un tiempo atravesamos momentos de pesar por las condiciones que ponían en riesgo la permanencia de esta conquista cultural y comunicativa. Aun así nos mantuvimos activos, con nuestros propios medios tecnológicos y desde otros escenarios seguimos haciendo televisión por el compromiso como medio de prensa revolucionario”.

Tocar la fibra sensible de los públicos metas es la máxima de los 13 programas que se emiten.

En porfía frente a cuestiones técnicas de la señal digital, y la competencia de la televisión tradicional con las redes sociales, sus realizadores permanecen ampliando ese espectro inspirador que les ha caracterizado.

En esa tonalidad se enfocan las estrategias para continuar la capacitación de futuros realizadores.

El colectivo contribuye a la preparación de estudiantes de periodismo, adiestrados afines al mundo de la televisión.

Igualmente mantiene convenios con entidades e instituciones educativas como incentivo de la formación vocacional.

Brizaida Sánchez Olivera, directora del medio de comunicación, permanece atenta a cada detalle en virtud de la calidad informativa / FOTO Denia Fleitas Rosales

Brizaida Sánchez Olivera, actual directora de Golfovisión, afirma que “ha sido un reto enorme conservar la vitalidad de la señal, el enfoque de los programas, la superación del personal y mantenerse en la preferencia de los manzanilleros. Preservar este último nos obliga a la innovación, la búsqueda de alternativas y soluciones para lograr un producto televisivo de calidad que represente la vida cotidiana, el acontecer político, cultural, social y económico de Manzanillo”.

De esa búsqueda incesante le nacieron al canal hijos talentosos, como Ernesto Bosch, Valia Marquínez Sam, Michel Vega, Eduardo Bertor Vieyto, Carlos Manuel Gallardo, quienes insertaron a Manzanillo entre los ganadores de certámenes audiovisuales a nivel nacional e internacional.

Entre sus triunfos sobresalen el que marcó la apertura de la lista durante el XIX Festival nacional de telecentros en 2010: tercer lugar del programa cinematográfico Espacios habitados, Los animados de Tato, con guion de Ramón Cabrera, dirección de Eduardo Bertot y edición de René González Sierra.

También el Gran Premio de la I Convención internacional de Televisión, con el programa Sinopsis, dirigido por Ernesto Bosch Ramírez, y el guion y asesoría de Laudelisa Lorente Mariño.

René González Sierra recuerda sus experiencias y logros como profesional en sus 19 años de trabajo en Golfovisión / FOTO Denia Fleitas Rosales

Para René González Sierra, ese primer galardón de Golfovisión tiene una connotación especial. “Fue también mi primero como realizador en este medio comunicativo por excelencia, que me acogió como recién graduado de Informática hace 19 años. Dentro del cual, además, me he sentido en familia y ha posibilitado el crecimiento profesional de muchos, pero particularmente mi habilitación en las especialidades de edición, cámara, dirección. Es una escuela que permanece al servicio de la información veraz y el ascenso profesional de sus realizadores”.

Con recursos tecnológicos mínimos, tiempo limitado, en contingencias meteorológicas, sanitarias, energéticas, ha sostenido su programación con calidad y compromiso de llegar a los hogares manzanilleros.

Esther María Sánchez Masó, productora y jefa de transmisión con más de cinco años dentro del colectivo, destaca el ambiente de familiaridad y de responsabilidad unánime con el rol comunicativo y formador de conciencia de los medios de prensa cubanos.

“Tanto los que el pueblo conoce como periodistas y locutores, como quienes permanecemos detrás de cámara (directores, ingeniero, sonidistas, camarógrafos, tramoyista, luminotécnico) que no nos vemos, hacemos posible que esa programación salga al aire 20 años después de su salida de apertura. Aunque estemos atravesando circunstancias económicas adversas en el país nos motiva brindarle satisfacción al pueblo. Sin dudas,  seguimos palpitando al ritmo de los manzanilleros”.

La Demajagua

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