La vocación de salvar

Tamara Corría Sánchez, Olivia Palma, y Odalis Díaz Rivera, son licenciadas en Enfermería y laboran en la Clínica Provincial de Medicina Natural y Tradicional (MNT). Son ellas las encargadas de aplicar las diferentes terapias que reciben los pacientes que acuden a esa importante instalación de salud. Tamara, con 33 años de trabajo entre las batas […]

Tamara Corría Sánchez, Olivia Palma, y Odalis Díaz Rivera, son licenciadas en Enfermería y laboran en la Clínica Provincial de Medicina Natural y Tradicional (MNT). Son ellas las encargadas de aplicar las diferentes terapias que reciben los pacientes que acuden a esa importante instalación de salud.

Tamara, con 33 años de trabajo entre las batas blancas y varias misiones internacionalistas, ostenta la Medalla Internacionalista, y la Manuel (Piti) Fajardo, y es integrante del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve. Además, es fundadora del servicio de MNT, perteneciente al hospital universitario Carlos Manuel de Céspedes.

Olivia, la más joven de todas, lleva 24 años ejerciendo la enfermería, de ellos 13 aportando saberes en esta institución, con entrega y profesionalismo. En tanto, Odalis, con 37 años de experiencia laboral, ha dedicada más de una década a la atención de los pacientes que llegan hasta la sala en busca de alivio.

Estas valientes féminas refirieron sentirse felices de la labor que realizan y definen como su mayor satisfacción la de ayudar a sanar a quienes llegan a estas consultas. Mientras, afirman que aplicar las diversas técnicas de esa modalidad de la medicina, les exige superación cada día.

La calidez en su buen trato, la sonrisa con la que alientan a todos, las ganas de aliviar dolencias y la virtud de sus manos, acompañan las terapias y brindan esperanza. Así, dicen sentirse felices de celebrar este 12 de mayo, el Día internacional de la Enfermería. Coinciden en que, si volvieran a nacer, escogerían nuevamente esa humana y sacrificada profesión: “El amor al uniforme y la empatía con los pacientes, mueve nuestro andar diario”, expresa Olivia.

Para ellas el apoyo de las familias ha sido vital, el servicio de enfermería de MNT, requiere de muchas horas de estudio y dedicación. “Es muy lindo, pero hay que ser sistemático en el estudio y eso necesita de tiempo”, afirma Odalis.

Los pacientes que allí se encontraban y otros ya de alta médica expresaron el agradecimiento que sienten hacia ellas, y hablan del buen trato, su humanismo y sensibilidad.

No existen palabras para significar su faena, aplaudir lo que hacen en virtud de la salud nace del corazón de cada granmense que transita por el local.

La Demajagua

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