El Equipo de Servicios de Traductores e Intérpretes (ESTI) celebró ayer el aniversario 50 de su fundación, en emotivo acto en el que participó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, subrayó, en el homenaje, la impronta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la gestación y el desarrollo del ESTI: «El mayor reto como orador y escritor, y al mismo tiempo la mayor motivación y la más grande escuela para la formación de traductores e intérpretes», señaló.
El desempeño del ESTI, apuntó el Canciller, ha estado indisolublemente ligado a la labor del líder histórico de la Revolución Cubana. «En sus giras por todo el mundo; en sus más largos y trascendentales discursos, en los que los intérpretes simultáneos, enardecidos como él, renunciaban a ser relevados para continuar trasmitiendo el verbo encendido del “jefe”, como cariñosamente le llamaban», afirmó.
El Comandante se llamaría, en una ocasión, «el mayor beneficiado de los servicios del ESTI», pero también «el principal generador de los dolores de cabeza del ESTI», recordó Rodríguez, citado por el sitio de la Presidencia.
Destacó la labor del ESTI en la comunicación diaria con el resto del mundo; en las misiones internacionalistas; en todos los grandes eventos internacionales que se celebran en el país; en cada declaración del Gobierno cubano; en el respaldo que ha logrado Cuba en la arena internacional; en cada nueva victoria contra el bloqueo en Naciones Unidas; en el desarrollo de los procesos de integración regional.
También en la intensa actividad de la política exterior cubana; en el trabajo con nuestros socios comerciales; en la comercialización y exportación de los productos farmacéuticos; en la resistencia ante la COVID-19 y el éxito de las vacunas cubanas; en las renegociaciones de deudas; en la defensa de la causa patria ante tribunales internacionales; en la lucha por la sostenibilidad y la subsistencia del proyecto socialista cubano.
Los protagonistas de esa historia se reconocieron en presencia del primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y del director general del ESTI, Rafael Dausá Céspedes. Se premió el trabajo de los fundadores, y de quienes tienen más de 45 años de servicios y aún permanecen en activo.
Se entregó el Premio ESTI al profesional novel, a Marisol Cossío Fernández; el de interpretación bilateral a Caridad Zenaida García; el de traducción a Naysa Celsa Nieves; el de interpretación simultánea a Ana Ciria Rodríguez, un referente para los jóvenes de la institución, y el de formación de profesionales al intérprete simultáneo, Juan Carlos Saladré Despaigne.
El máximo galardón que entrega el esti –el Premio Especial Juan Ortega Gatell– fue a manos de Gilberto Bengochea, reconocido y respetado traductor con una larga carrera en la institución.