
El vicepresidente palestino, Hussein al-Sheikh, acusó al gobierno de Benjamin Netanyahu de practicar terrorismo psicológico, físico y moral contra sus compatriotas detenidos en los centros penitenciarios israelíes.
El también vicetitular del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina afirmó en un comunicado que las declaraciones de Ben Gvir constituyen una violación de las convenciones y normas internacionales.
Según un vídeo divulgado en las últimas horas, durante una visita del ministro a la celda de Barghouti le dijo: cualquiera que cometa asesinatos contra el pueblo judío será aniquilado.
“Esto constituye una violación sin precedentes de la política de ocupación contra los presos palestinos, que requiere la intervención inmediata de organizaciones e instituciones internacionales”, estimó al-Sheikh.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados responsabilizó al gobierno de Netanyahu por la vida de Barghouti y de los miles de prisioneros palestinos.
La Cancillería afirmó que tales palabras representan una provocación sin precedentes y confirman el terrorismo de Estado organizado por ese país.
Mientras, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Rawhi Fattouh, recordó que el dirigente palestino “ha sido sometido a aislamiento durante años en las cárceles del apartheid, y a las formas más atroces de torturas, opresión y agresiones diarias”.
El asalto a su celda constituye un acto hostil que equivale a un intento de asesinato, afirmó.
Nacido en 1959, en la localidad cisjordana de Kobar, el miembro del Comité Central del gubernamental movimiento Fatah fue arrestado en 1976, 1978 y 1983, año en que ingresó a la Universidad Birzeit, donde fue elegido presidente del consejo estudiantil durante tres años consecutivos.
El 15 de abril de 2002, tras una larga persecución e intentos de asesinato durante la Segunda Intifada (levantamiento, en árabe), las fuerzas de seguridad israelíes lo arrestaron en el barrio de Al-Irsal, en esta ciudad, y dos años después fue condenado a cinco cadenas perpetuas y cuarenta años de prisión.
Israel acusó entonces a Barghouti de fundar y dirigir a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, una de las fuerzas que más ataques ejecutó contra el vecino país durante esos años de enfrentamientos violentos.
Según diversas encuestas, pese a sus más de dos décadas en prisión, es considerado unos de los políticos más populares en los territorios ocupados.