En la mañana de este martes llegó a La Habana una nueva central flotante para la generación de electricidad que, una vez sincronizada, sumará al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) unos 110 megawatts (MW) de potencia.
Esta patana (como también se conocen las centrales flotantes) será la séptima instalación de su tipo en el país, uniéndose a otras radicadas en la bahía de Mariel y en la bahía de La Habana.
Según comentó Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la UNE ya las líneas de transmisión para conectar a la unidad están listas. “Ahora la central va directo a la refinería Ñico López para aprovisionarse de combustible, luego de esto se traslada al lugar donde estará ubicada, se ancla e inician las pruebas de los motores”.
Los primeros de estos sistemas operan en el país desde 2019 fruto de un acuerdo entre Cuba y la empresa turca Karadeniz Holding.
Con la llegada de esta unidad, se pretende aumentar la capacidad de generación para cubrir la demanda, que se ha visto limitada desde hace varios meses, debido al déficit de capacidad.
La generación móvil se inscribe entre las líneas priorizadas de trabajo de la UNE para recuperar potencias en el Sistema Eléctrico.
Como apunta el periodista José Miguel Solís en su página de Facebook, el MV Karadeniz Powership İrem Sultan, buque en el que se aloja la central flotante, es un Powership con bandera de Liberia, una planta de energía flotante, propiedad y operada por Karpowership .
Construido en 1984 por el Astillero Fincantieri Marghera en Venecia, Italia y bautizado como MV Nikolay Markin, navegó como portabarcazas con varios nombres y banderas hasta que en 2014 se convirtió en una nave a motor en el Astillero Sedef en Tuzla, Estambul, Turquía. Sirvió en Nacala, Mozambique , suministrando electricidad a la red eléctrica de Mozambique para Zambia sin litoral.