
«El respeto al principio de reciprocidad es un requisito fundamental previsto tanto en la Ley de Migración brasileña como en el tratado de extradición entre ambos países, y su ausencia impide dar seguimiento a la solicitud», argumentó el magistrado en su laudo.
La medida responde a la decisión de las autoridades españolas de rechazar la extradición del bloguero Oswaldo Eustáquio, confeso adepto del exmandatario Jair Bolsonaro, por considerar que la solicitud brasileña tenía «motivaciones políticas».
De Moraes demanda en su dictamen que el Gobierno español, a través de su representación diplomática en Brasil, ofrezca aclaraciones en el plazo de cinco días y acredite la existencia de reciprocidad en materia de entrega.
En la misma determinación, concedió la prisión domiciliaria a Vasilev, acusado en Madrid de tráfico de drogas y detenido en Mato Grosso do Sul desde el 18 de febrero.
La negativa de España a extraditar a Eustáquio generó una fuerte reacción del ministro, quien considera la medida una violación del principio de reciprocidad, previsto tanto en la Ley de Migración como en el Tratado de Extradición firmado entre Brasil y España en 1990.
En el arbitraje de la corte española, divulgado el lunes, el tribunal entendió que no había base legal para extraditar al bloguero.
Argumentó que, entre los actos atribuidos en Brasil, entre ellos, participación en manifestaciones antidemocráticas e incitación a un intento de golpe de Estado, estarían protegidos por la libertad de expresión en el ordenamiento jurídico español.
El proceso de extradición contra Eustáquio fue formalizado por De Moraes en septiembre, poco después que el magistrado determinara su inclusión en la notificación roja de la Policía Internacional (Interpol).
Desde 2023, el productor de contenidos en Internet se encuentra en España, donde reside mientras enfrenta investigaciones en Brasil por incentivar actos contra la democracia y por supuestamente perseguir a agentes públicos involucrados en las investigaciones del intento de golpe de Estado.
Al suspender la extradición del búlgaro, De Moraes dejó claro que la relación bilateral debe basarse en la igualdad de trato entre los Estados.
«La falta de reciprocidad impide la continuación del procedimiento», alegó.
Aunque la decisión del juez está sujeta a apelación, establece un hito simbólico y jurídico en la relación entre ambas naciones.
Mientras la justicia española considera el caso de Eustáquio un asunto de libertad de expresión, Brasil insiste en tratarlo como una amenaza al orden democrático.