La Agencia de Medio Ambiente de Cuba (AMA) anunció un nuevo proyecto denominado Thalassia testudinum, una de las especies que forman parte de los pastos marinos cubanos.
Constituye una iniciativa orientada a su conservación, uso sostenible, aprovechamiento de sus propiedades anticancerígenas en el desarrollo de productos farmacéuticos, indicó la institución a la Agencia Cubana de Noticias.
Añadió que cuenta con la colaboración el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba.
Con una duración de 4 años, prosiguió, sus acciones apoyarán la culminación de las investigaciones científicas para conformar el expediente de solicitud de ensayo clínico de un producto farmacéutico y acompañará el diseño de protocolos de manejo y recomendaciones para la conservación y uso sostenible de los pastos marinos por las comunidades locales.
Señaló que también se llevará a cabo la evaluación de la calidad ambiental del ecosistema de pastos marinos en los sitios de intervención, incluida su capacidad de remoción de carbono, en áreas como La Habana del Este, el norte de Camagüey y el sur de Santiago de Cuba
Estos resultados pueden lograrse, continuó, mediante la participación de instituciones científicas, de la industria farmacéutica cubana y de la comunidad del Rincón de Guanabo, en La Habana.
Sostuvo que su aplicación contribuirá al fortalecimiento del marco regulatorio nacional para la implementación en el país del Protocolo de Nagoya (Japón) sobre el Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios Derivados de su Utilización, conocido por las siglas en inglés ABS, al cual Cuba se adhirió en 2015, tras depositar en la sede de la ONU en Nueva York sus documentos de respaldo.
La Thalassia testudinum constituye una de las especies de pasto marino más recurrentes en el litoral de La Habana y del Caribe, donde sus praderas protegen al litoral contra el efecto e intensidad de las olas en caso de ocurrencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos, sirven de hábitat para otras especies marinas en crecimiento, de fuente de alimentación y contribuye a regular los niveles de carbono en la atmósfera mediante su absorción o secuestro.
Investigadores cubanos valoran el uso de alguno de sus componentes, a través de su procesamiento industrial, como proveedores de efectos antioxidantes, antivirales, antibacterianos, antitrombóticos, hipocolesterolemizantes, hepatoprotectores, antiinflamatorios y anticancerígenos.
En particular, estiman su efectividad contra el daño agudo producido por radiaciones ultravioletas sobre la piel en inflamaciones agudas.
El proyecto Thalassia lo ejecuta la Agencia de Medio Ambiente a través del Instituto de Ciencias del Mar (ICIMAR) con el acompañamiento del PNUD, e involucra a varias instituciones nacionales clave para su éxito, como la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA), el Centro de Investigaciones Marinas (CIM), perteneciente a la Universidad de La Habana, y Laboratorios Oriente, del Grupo empresarial de la industria biofarmacéutica de Cuba (BioCubaFarma),
AMA es una de las tres agencias del CITMA y las otras son la de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada. y la de Ciencias Sociales y Humanísticas.