A decir de Mijail Mijares Bullaín Galardis, profesor de la Universidad de Granma, esta investigación es resultado de varias investigaciones que se llevaron a cabo por el Centro de Estudios y Biotecnología Vegetal, y que integra maestrías y tesis doctorales que profundizan en la simbiosis de los microorganismos presentes en el suelo tanto bacterias como diferentes variedades de rizóbicos y hongos con las plantas, para contrarrestar la salinidad.
“El estrés salino es un problema que cada día se incrementa a nivel mundial y que específicamente en nuestro país, en la provincia de Granma, está muy presente en toda la llanura del Cauto, provocando grandes daños a la Agricultura y al medio ambiente.
“Algunas especies de rizóbicos se emplearon para fomentar el mejoramiento de los suelos de interés para el pastoreo del ganado, cuyos suelos estaban afectados por altos niveles de salinidad; también en la producción de frijol en diferentes variedades, entre estas el Gaupí.
“Los ectomicorrizas se emplearon para reforestar parte del litoral costero de Manzanillo con uva caleta”, subraya Bullaín Galardi.