LGBTI+: De París al Mundo

El 17 de mayo se ha consolidado como una fecha emblemática en la lucha global por los derechos humanos: el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (IDAHOTB). Su origen está ligado a un hito médico y social —la despatologización de la homosexualidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990— y a décadas de activismo que transformaron este logro en un símbolo de resistencia contra la discriminación.

Contexto histórico

Durante gran parte del siglo XX, la homosexualidad fue clasificada como un trastorno mental en manuales médicos, legitimando la exclusión social y violaciones a los derechos humanos. La 43 Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra el 17 de mayo de 1990, marcó un punto de inflexión: la OMS eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

 Esta decisión, resultado de años de presión científica y activismo, desmontó un discurso patologizante que justificaba leyes represivas y estigmatización.

 Sin embargo, el cambio no fue inmediato. Muchos países mantuvieron legislaciones homofóbicas, y la transfobia y bifobia permanecieron invisibilizadas.

En 2004, el Comité IDAHO ,- con sede en París y liderado por activistas como Louis-Georges Tin- lanzó una campaña para institucionalizar el 17 de mayo como día de lucha global. Su objetivo era convertir la fecha de la OMS en un símbolo de denuncia contra la violencia y la exclusión. 

La primera celebración tuvo lugar en 2005 con actividades en más de 40 países, desde marchas hasta foros educativos. La iniciativa buscaba:  visibilizar la discriminación hacia personas LGBTI+;

presionar a los Estados para crear políticas públicas antidiscriminatorias y  promover una narrativa global de derechos humanos, más allá de fronteras culturales. 

El nombre original, centrado en la homofobia (IDAHO), evolucionó para incluir explícitamente a personas trans y bisexuales, reflejando la interseccionalidad de las luchas.

Expansión

La rápida adopción del día se dio en regiones con movimientos LGBTI+ organizados: 

EL Parlamento Europeo reconoció oficialmente el día en 2007, instando a sus miembros a combatir la discriminación. Países como Francia y Bélgica integraron la conmemoración en sus agendas estatales. 

 Países como México, Argentina y Costa Rica declararon el 17 de mayo como día nacional en la década de 2010, vinculándolo a reformas legales como el matrimonio igualitario. 

Organismos como la ONU y la OEA también respaldaron el día, aunque su impacto varió según contextos locales. En naciones con leyes anti-LGBTI+, el día se convirtió en un acto de resistencia clandestina.

Impacto y desafíos

El IDAHOTB ha logrado unificar voces globales; coordina acciones como iluminaciones de monumentos, campañas en redes sociales y denuncias públicas; su presión contribuyó a la derogación de leyes homofóbicas en India (2018) y Botswana (2019), entre otros. 

No obstante, persisten retos: la criminalización en 60 países, la violencia contra personas trans y la falta de reconocimiento oficial en estados con gobiernos conservadores.

El IDAHOTB surgió como puente entre un logro médico-histórico y la lucha política por la dignidad LGBTI+.

Su fuerza radica en su capacidad para adaptarse: de un enfoque inicial en la homosexualidad, amplió su mirada hacia otras identidades, recordando que la diversidad es indivisible.

 Aunque su institucionalización refleja progreso, la conmemoración sigue siendo un recordatorio de que la igualdad jurídica no siempre equivale a igualdad social. El 17 de mayo, más que una celebración, es una llamada a la acción permanente.

Fuentes:

– Documentación histórica del Comité IDAHO. 

– Resoluciones de la OMS y el Parlamento Europeo. 

– Informes de organizaciones como ILGA World y Human RightsWatch.

Anaisis Hidalgo Rodríguez

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