La UBPC Panchito Gómez Toro de la comunidad de Canabacoa no escapa a esta situación y ante el déficit y declive productivo de su potencial obrero busca alternativas para completar a corto y mediano plazo el personal necesario para encaminar los planes de fomento cañero comprometidos con el desarrollo de esta región.
Al decir de Osvaldo Yaqui Núñez, presidente de la referida entidad cañera masoense, la demanda de fuerza de trabajo en esta UBPC supera actualmente los 200 efectivos, de los que apenas hay contratados poco más de un centenar, y gran parte de ellos supera el umbral de los 50 años de edad.
Ello, sin embargo, no amilana a estos hombres y mujeres de campo y en virtud de su sed insaciable por obtener resultados en su trabajo potencian un grupo de acciones encaminadas a atraer personal a sus labores agrícolas.
La primera de ellas es hacer más atractiva la entidad desde el punto de vista motivacional, que los trabajadores ganen dinero y puedan satisfacer sus necesidades y las de sus familias, precisó Yaqui Núñez.
“Pagar en cabeza de campo, vincular el hombre al área, potenciar las ofertas de nuestro comedor obrero, lograr mayor aprovechamiento de la jornada laboral y propiciar un mayor acercamiento con los jóvenes de la comunidad, figuran también entre las tareas que implementamos para incrementar nuestra fuerza obrera”.
El sector agroazucarero masoense se acoge de este modo a las recientes medidas adoptadas por la máxima dirección del país dirigidas a salvar un sector cuyo impacto productivo trasciende la vida social y económica de este territorio.
