«Los jóvenes que pronto estudiarán en nuestra Isla tendrán el privilegio de continuar esta cooperación de larga data entre los dos países», subrayó el primer secretario de la embajada de Cuba en Haití, Joel Concepción.
Tendrán la oportunidad de compartir con educandos de la mayor de las Antillas y de otras nacionalidades, en su mayoría de naciones subdesarrolladas, dijo el diplomático en el acto de despedida efectuado en la sede del Ministerio de Salud y Población en esta capital.
Les invitamos a aprovechar esta oportunidad para que una vez graduado puedan contribuir al desarrollo del país, pues Haití los necesita más que nunca, expresó Concepción en la emotiva ceremonia presidida por el titular de la cartera mencionada, George Fils y el embajador de Cuba, Carlos Moya.
Concepción recordó que el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel expresó: «todos tenemos la obligación moral de brindar una cooperación sustancial y desinteresada a Haití».
Desde hace más de 25 años, Cuba trabaja para hacer realidad las palabras del dignatario antillano.
En 1998, una brigada médica con todo lo necesario llegó a Haití para ayudar a los afectados por los huracanes George y Mitch, y desde entonces permaneció en el país para tratar a su población.
Hasta la fecha, cerca de siete mil trabajadores de la salud cubanos cumplieron su misión aquí, realizando cerca de 40 millones de consultas y salvando cerca de medio millón de vidas.
Más de mil 300 médicos, técnicos y otros especialistas de la salud haitianos fueron capacitados en Cuba, resaltó Concepción.
A la brigada médica le siguió la oportunidad de que cientos de jóvenes haitianos estudiaran medicina en la Escuela del Caribe, que, como extensión de la Escuela Latinoamericana de Medicina, se abrió en Santiago de Cuba. Cuba también colaboró en proyectos en las áreas de educación, deportes, agricultura, pesca, construcción, recursos hídricos y medio ambiente.
La presencia cubana en Haití es hoy la expresión más palpable de los lazos históricos, culturales y de amistad entre las dos naciones, y la cooperación Sur-Sur.
Entre los graduados presentes fue notable el sentimiento de gratitud por lo que Cuba, en medio de un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de 60 años, hizo por jóvenes haitianos dando una muestra de su vocación irrevocable de solidaridad y humanismo.