Pero a la vuelta de unos años, esa realidad cambió: la caballería del ya retirado mentor Carlos Martí Santos comenzó a ganar en postemporadas, hasta convertirse en uno de los equipos más competitivos.
Que lo digan los integrantes de las últimas selecciones de Matanzas, quienes no han podido interponerse en su camino, desde aquel duelo semifinal de la serie 56, cuando cayeron en el séptimo encuentro.
Los Alazanes volvieron a imponerse en la próxima campaña, también en la ronda semifinal, aunque solo necesitaron cinco desafíos para acuñar el avance a otra discusión del título, su segunda de manera consecutiva.
Tres años después, en medio de un complicado panorama por la pandemia de Covid-19, granmenses y matanceros animaban una final, por primera vez, pero en una sede neutral, el estadio espirituano José Antonio Huelga.
Allí, a orillas del río Yayabo, los orientales destronaron a los campeones defensores, y añadían el tercer cetro a sus vitrinas, luego de borrar una desventaja de 1-5 en el sexto partido, con un intratable Guillermo García García, a la postre, MVP.
Transcurrido casi 15 meses, regresaron a la carga para pelear por el reinado en la edición 61. Y la historia se repitió, aunque en algún momento, los alumnos de Armando Ferrer se sintieron vencedores.
Pero lo mejor no había llegado. Con el apoyo de la afición, la tropa de Martí Santos revertió el 2-3 en contra, gracias a soberbias demostraciones de los tiradores zurdos Yunier Castillo Jerez y Leandro Martínez Figueredo.
Era la primera vez –y única- que el home club remontaba semejante diferencia y, así, los granmenses alzaban su cuarta corona; mientras, extendían el dominio sobre sus contrarios en cuatro enfrentamientos de play off, con 16 victorias por nueve.
En apenas unos días -presumiblemente, a partir del jueves-, estos conjuntos animarán uno de los cotejos de cuartos de final de la presente contienda, con el parque bayamés Mártires de Barbados como sede inicial.
Será el quinto rollo de una película, en la que los Cocodrilos tratarán de poner fin a esa hegemonía y los Alazanes, ahora bajo el mando de Ángel Ortega Liens, de alargar su protagonismo.