Desafíos del nuevo curso escolar

La entrevista se pactó al terminar la reunión. En Ciego de Ávila, la ministra de Educación, Doctora Naima Ariatne Trujillo Barreto, cumplimentó una reunión en la que se ponderaron los preparativos para el inicio del próximo curso escolar en Cuba.

FOTO Rafael Martínez Arias

Por Juventud Rebelde

El encuentro era un punto más dentro de una serie que la titular del sector realiza por el país.

A lo largo del intercambio reiteró temas que ya se vislumbran como importantes para el venidero período lectivo en el país.

«Son procesos que llevarán tiempo, pero debemos empezarlos —expresó—. En ocasiones pregunto: ¿Qué es más complejo? ¿Dirigir un proceso tecnológico o formar a seres humanos? Al final, se reconoce que educar tiene una complejidad tremenda. ¿Y cómo se enaltece a ese profesional, que no termina y se lleva los problemas de la escuela para su casa?».

A nivel de país se estima una necesidad de unos 24 000 docentes, pero la situación no es igual en todos los territorios.

«Hoy nos sentimos muy estimulados porque Santiago de Cuba muestra una cobertura completa en todos sus niveles de enseñanza —expresa la Ministra—. Pinar del Río está muy bien, con dificultades, pero con estabilidad.

«En otras provincias, las condiciones son diferentes. Por eso, el análisis de la cobertura debe ser muy flexible y apegado a las situaciones de cada lugar. No puede ser una camisa de fuerza.

«Los territorios más afectados son La Habana, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, que para este curso tienen sus retos.

«La mayor complejidad se encuentra en las secundarias básicas y en los institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas (Ipvce). Estamos insistiendo en que tengan un claustro de experiencia. Por eso priorizamos buscar la calidad en los profesores de los Ipvce».

Nuevos materiales y un estudio internacional

La Ministra anunció que en el próximo curso el Mined acogerá el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), el cual mide los logros de aprendizaje en la región de América Latina y el Caribe. El pilotaje se realizará en octubre y la investigación se acometerá en mayo.

«El ERCE tendrá lugar en una etapa muy compleja del país —señaló—. No obstante, consideramos que siempre será positivo, porque se realiza por organismos muy prestigiosos y es una mirada externa que ayudará a evaluar el trabajo».

Otra novedad es que la base material de estudio para el tercer perfeccionamiento del sistema de educación cubano arriba en estos momentos al país. El curso pasado —apuntó la titular— entró el primer grupo. A finales de agosto debe llegar otra parte y en los últimos días de septiembre se espera recibir los materiales restantes.

«Los arribos incluyen 29 títulos —junto a otros cuatro, que debían entrar el año pasado y no se pudieron traer—, cuadernos y demás materiales, como laminarios. Todo esto dará mayor coherencia al cambio curricular, el cual pretende una mayor flexibilidad en los métodos de trabajo —apuntó—.

«Los libros funcionan como una colección de textos. En su preparación desempeñaron un papel muy importante sus redactores, un grupo de especialistas muy prestigiosos y estudiantes del Instituto Superior de Diseño Industrial. Ellos se enamoraron del proyecto, fueron a las escuelas, se entrevistaron con los alumnos, y gracias a ese trabajo los materiales tienen un rigor muy grande».

Estimular el debate y la lectura

«Nosotros estamos priorizando un cambio de métodos —apuntó la Ministra—. Hay que liberar el pensamiento hacia una intención que siempre ha estado, solo que ahora es más desafiante por las nuevas formas de interacción con la ciudadanía, y los jóvenes no están ajenos a ella.

«En ese sentido, abogamos por varias prioridades. Una de ellas es la formación encaminada a lograr una cultura del diálogo. En las escuelas debemos tener en cuenta los intereses de los sujetos y sus influencias. En ocasiones ellas no se corresponden con lo que se desea enseñar y generan contradicciones, pero son lógicas y no pueden ocultarse. Por lo tanto, el acto educativo debe tenerlas en cuenta, porque a los muchachos hay que enseñarlos a pensar y tomar decisiones.

«Otro concepto que queremos potenciar es la lectura. Ahí se encuentra la base de la verdadera cultura. Para dialogar y decidir, primero hay que conocer y, a veces, los alumnos leen poco. Podemos cambiar esa situación, y por donde debe iniciarse es por enseñar el disfrute de la lectura.

«Eso también se aprende. Por supuesto, las maneras serán otras, porque son otros los dispositivos y no puede existir un recelo hacia las tecnologías. A veces escuchamos: “No leen, porque no lo hacen con el libro tradicional”. No importa, al final están leyendo.

«Es verdad que es retador. No son cosas que se puedan solucionar de hoy para mañana, pero sí se puede generar un movimiento alrededor de eso».

Formación docente en el punto de mira

«A veces yo me río cuando las personas descubren que nuestro sistema de educación se encuentra lleno de profesionales como la maestra de la serie Calendario. Para hacer lo que hizo esa profesora se necesita cultura, por lo que el programa de incentivo de la lectura debe comenzar por la formación del maestro».

La Ministra reconoce que la captación para los centros de formación pedagógica muestra hoy una situación compleja. Existen territorios donde no se ha ingresado ni lejanamente la cifra que necesitamos. Esa situación también ha impactado en la disponibilidad de maestros para las asignaturas relacionadas con ciencias básicas, como Matemática y Física.

«Hay que transformar la percepción social en torno a las especialidades pedagógicas y el maestro. En esto incide que las formas de atención y remuneración no han sido las que quisiéramos y uno de sus resultados es el criterio en la sociedad de que las carreras pedagógicas no son relevantes, algo muy lejos de la realidad.

«Desde la familia y el propio ministerio —dice— no siempre hemos sabido estimular a que los mejores estudiantes opten por las especialidades de perfil pedagógico, y nosotros tenemos que prestigiar a los docentes. Hoy a nuestros centros de enseñanza no entran los estudiantes de mayor promedio.

«Años atrás, los maestros se consideraban como los sabios de una comunidad. Eran los que sabían de todo y podían hablar de cualquier tema. Es cierto que hoy existen otros actores y áreas de adquisición del conocimiento.

«Sin embargo, un problema que hemos tenido es que el ciclo de formación de los docentes se ha acortado en determinados momentos por distintas coyunturas, algunas de ellas asociadas a la cobertura de maestros.

«Eso hay que transformarlo, pues en la actualidad la exigencia en la formación de los profesores es superior, porque exige un mayor número de competencias, que ya no son solo las de antes, sino que también deben ser comunicacionales, digitales y culturales».

Flexibilizar las formas de pago

La situación demográfica del país —expresa la titular del Mined— conducirá a un reordenamiento de la red escolar. En estos momentos se realiza un estudio, que indicará la necesidad real de instituciones y grupos a cubrir. No será ahora, pero sí poco a poco.

A ello se añade la implementación de nuevas formas de pago, las cuales se empezaron a adoptar el curso pasado, pero que desde ya se insiste en su aplicación.

«Desde el curso anterior —explica— se analizó que, en medio de las circunstancias actuales, ayudaría mucho la flexibilización de las normativas que amparan el pago por la sobrecarga docente, generada por el déficit de maestros.

«En realidad, muchas veces ocurría que un profesional realizaba funciones que no se renumeraban. También estaba el pago a una variedad externa, que nunca estaba a tiempo completo en las aulas. Esa modalidad no se va a desechar. Es útil y en ella participan docentes de mucha experiencia, pero necesitamos personas vinculadas a tiempo completo con el proceso docente.

«Por eso, se han adoptado decisiones dirigidas a mejorar el pago a los docentes. Una de ellas ha sido el reconocimiento a la antigüedad, como forma de honrar la permanencia en el sector.

«Otras, como la Resolución 10, otorgan flexibilidad a los territorios para mover el Presupuesto en función de mejorar el pago a los docentes. La intención es incrementar sus salarios bajo propuestas éticas y transparentes desde el punto de vista financiero y administrativo.

«Algunas de estas medidas son coyunturales. Pero la esencia es actuar bajo un principio de justicia, que beneficie a los docentes y sus familias.

«A los maestros de nosotros nadie les puede calcular el tiempo de trabajo, pues, sencillamente, pasan el día completo en la función de educar y formar. ¿Qué hay de malo en renumerar a compañeros valiosos? Pues ese es uno de los criterios sobre los que hoy estamos trabajando».

La Demajagua

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