Aquel 28 de octubre de 1959 sacudió al pueblo de Cuba.
La avioneta que había salido para La Habana desde Camagüey, con el Comandante Camilo Cienfuegos a bordo, había desaparecido.
Se vivieron días de intensa búsqueda liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y tras varias jornadas se comunicó su desaparición física.
Pero Camilo, el hombre del pueblo, el de la sonrisa amplia, el intrépido guerrillero y revolucionario, se multiplica en cada cubano que lucha y trabaja por sacar adelante a esta Isla en medio de duras dificultades.
El Señor de la Vanguardia volvió a convocar ayer, en la Plaza de la Revolución de la capital cubana, a un mar de pueblo acompañado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la tradicional peregrinación para perpetuar, con cada flor que se lanza al mar, su memoria y reafirmar la fidelidad a la Patria.
En la ocasión, la cadete Annielis Heredia Rivero, de la escuela militar Camilo Cienfuegos, de Capdevila, expresó que el Héroe de Yaguajay defendía con profundas convicciones el bienestar de todos, y lo calificó de trabajador infatigable, hombre de acción y pensamiento, de actitudes que se convierten en un modelo a seguir.
En la peregrinación, que como cada año recorrió la capitalina Avenida de los Presidentes hasta llegar al malecón habanero, también participaron Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, así como otros integrantes del Secretariado del Comité Central, autoridades partidistas y del Gobierno de la capital, y los máximos representantes de las organizaciones estudiantiles y de masas.