
Se trata del primer viaje de Al-Shaibani al país euroasiático desde la formación del nuevo gobierno en Damasco, y durante la misma, el jefe de la diplomacia busca consolidar los lazos históricos entre ambas naciones y profundizar el diálogo político.
La invitación a Al-Shaibani fue extendida por su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, durante un encuentro celebrado en Ankara en febrero pasado, con la mediación del canciller turco, Hakan Fidan.
Lavrov destacó entonces que las conversaciones sostenidas con el diplomático sirio forman parte de un conjunto de contactos estratégicos que Moscú mantiene con las nuevas autoridades sirias.
Tras la salida del poder del expresidente Bashar al-Assad el 8 de diciembre del 2024, el Kremlin intensificó los intercambios con Damasco, incluyendo visitas de alto nivel como la del viceministro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdanov, y una llamada telefónica del presidente Vladimir Putin al mandatario sirio, Ahmad al-Shara, a quien felicitó por su elección.
La visita del canciller Al-Shaibani a Moscú representa, según analistas, un paso significativo hacia el fortalecimiento de una alianza estratégica que ha resistido las tensiones regionales y los cambios internos en Siria.