
Por: Gabriel Manuel Peña Ramírez
Un duelo que si bien se ha repetido en cuatro oportunidades, con 23 choques efectuados, resulta una final inédita y sirve también como premio a los dos mejores equipos de la temporada, a pesar de compromisos internacionales por parte de los tuneros, además de la perjudicial posición de los avileños en los pronósticos precompetitivos.
De cierta manera los Leñadores figuran como verdugos de los Tigres, luego de eliminarlos en tres de las cuatro ocasiones que han medido fuerzas para dejar un balance de 15 éxitos y ocho descalabros.
La pugna por el título comenzará en casa de los felinos con dos desafíos durante el fin de semana, después las acciones se trasladarán hasta el Balcón de Oriente los días tres, cuatro y cinco de junio, y, de ser necesario, retornarían al “Cepero” para sexto y séptimo juegos.
A la armada verdirroja la primera parada le brinda un saldo favorable de acuerdo a los registros históricos en postemporada, pues suman seis triunfos en once presentaciones, lo cual les brindaría cuando menos la división de honores que tanto anhelan quienes abren de visitantes.
La tropa de Abeysi Pantoja asume los encantos del estadio Julio Antonio Mella, junto a los parciales locales, y así lo confirman las 20 victorias en 23 encuentros a lo largo de los últimos cuatro play off, repartidos en las ediciones 62 y 63 de Series Nacionales, saldadas ambas con el campeonato, además de las LEBC bajo el formato de provincias.
El pasado brinda algunas lecturas de lo que se avecina, pero el presente dicta los caminos de un cruce particular con el atractivo de encarar el mejor staff de pitcheo en la campaña ante una de las ofensivas más agresiva de la Isla.
Los 3,48 puntos de promedio de carreras limpias (PCL), en 44 entradas de labor, convierte a los lanzadores en la principal arma de los avileños, quienes además han aglutinado una serie de refuerzos de mucha jerarquía en los clásicos domésticos para crear un núcleo del line-up que supondrá disímiles complicaciones a los serpentineros contrarios.
Por otra parte, los discípulos de Pantoja hicieron valer su apelativo al repartir “leña” en las semifinales hasta alcanzar los 338 de average, con 24 extrabases, 57 carreras anotadas y en 15 veces empujaron el empate o la ventaja; estadísticas que maquillan en gran medida las displicencias de los “tiradores”, quienes archivaron un nefasto PCL de 6,99.
A ese ímpetu con el madero, Las Tunas acuña otras herramientas a la hora de acercar a home plate a los corredores en base, ya sea por medio de jugadas de estrategia como el corrido y bateo o el robo de base, tras presumir de siete “estafas” en ocho intentos.
Para el choque inaugural Ariel Zerquera asumirá las responsabilidades del box, tal cual las ejecutara durante el calendario regular al acopiar siete sonrisas y terminar como líder de ese apartado.
En la barda oriental César García buscará repetir la apertura de calidad de su anterior salida y, al mismo tiempo, mantener la esperanza de convertirse en el único pelotero en alzar el cetro en las tres LEBC, siempre con equipos distintos.
Sin embargo, el béisbol es mucho más que números y el terreno alberga miles de caprichos, lo que guía a cada lance hacia su propio destino, por tanto, sin más por decir, riendas sueltas a las pasiones… ¡Play Ball!